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3 de octubre de 2009

El Vocero

SAN JUAN-Un ex empleado de una funeraria de Luquillo testificó con inmunidad el viernes en la Cámara de Representantes que la empresa revendía los ataúdes en aquellos casos de cadáveres que serían cremados, y aseguró que la práctica ocurría hasta "25 veces al mes".

Wilfredo Fuentes Díaz, ex agente funerario de Luquillo Funeral Home, denunció que la práctica ocurrió durante los 11 años que laboró en la funeraria.

"Yo no puedo hablar de otras funerarias, pero en la que yo trabajé, sí se revendían los ataúdes, se hizo durante los 11 años que trabajé ahí", dijo Fuentes Díaz bajo juramento ante la Comisión cameral de Asuntos del Consumidor, que investiga el asunto.

Una empleada de Luquillo Funeral Home que no quiso identificarse dijo a Prensa Asociada que la empresa no haría comentarios.

"No creo que tengamos declaraciones, lo que se ha ventilado, se ventilará en los foros pertinentes", dijo la empleada vía telefónica.

Fuentes Díaz aseguró que con el conocimiento y participación del dueño de la funeraria, Alejandro Sánchez, se esperaba a que los familiares del fenecido se retiraran para remover el cadáver y colocarlo en una camilla en la cual era trasladado a un centro de cremación en Juncos.

"Le poníamos una bolsa plástica y una sábana blanca al ataúd, para que no se manchara y ahí colocábamos el cadáver, luego chequeábamos cuando se iba la familia y poníamos el cuerpo en una camilla. Se limpiaba el ataúd y lo guardábamos, cuando llegaba alguien más para cremación, se revendía", aseguró.

El deponente fue más allá al indicar que Sánchez le daba instrucciones para que firmara los recibos en Juncos indicando que el fenecido había llegado en un ataúd, orden que, aseguró, él se negaba a cumplir, y llenaba los documentos afirmando que llegaban sólo en una bolsa plástica.

"Les recomiendo a los familiares de una persona que muere que se aseguren que le hagan una marca a la caja o de alguna manera romperla de modo que no puedan revender este ataúd", dijo Fuentes Díaz, quien actualmente labora con la funeraria Parque de Paz, que en el pasado era su competencia en Luquillo.

Fuentes Díaz, con 30 años de experiencia en el negocio de funerarias, recibió inmunidad transaccional, civil, criminal, y administrativa en cualquier proceso judicial o administrativo que se lleve en su contra a raíz de lo que declare en vistas públicas de la Cámara.