9 de septiembre de 2009
La Opinion
WASHINGTON, D.C.— Los consumidores redujeron sus solicitudes de préstamos a un nivel sin precedente en julio, impulsados a frenar su endeudamiento ante la pérdida de empleos y la incertidumbre económica, informó ayer el Banco de Reserva Federal (Fed). La magnitud de la reducción sorprendió a los analistas. Algunos pensaban que el programa Dinero por Carcacha, en el que se otorgaban reembolsos a cambio de autos usados, que se inició en julio y contribuyó a las ventas de automóviles y a los préstamos para comprar vehículos, habría limitado las reducciones en otras áreas crediticias. El Fed dijo que los consumidores redujeron sus solicitudes de préstamo en unos 21,600 millones de dólares, mayor nivel del esperado y la cifra más alta en este renglón desde 1943, cuando se inició este registro. Los economistas habían previsto una retracción de 4,000 millones de dólares. La demanda para obtener créditos tradicionales usados para financiar vehículos, vacaciones, educación y otros asuntos descendió en unos 15,400 millones de dólares, también una baja récord. Ese 11.7% se agregó al descenso del 8% anual de junio. El apetito de los consumidores por las líneas de crédito, en especial las tarjetas de crédito, bajó en 6,100 millones de dólares en julio, un ritmo anual del 8% que siguió a la baja del 6.4% de junio. Los economistas pronostican que los consumidores gastarán menos, ahorrarán más y reducirán su deuda con el objeto de compensar sus finanzas personales diezmadas por la recesión.