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  Que no te cojan de...
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14 de agosto de 2009

El Nuevo Herald

Finalmente la recesión ha respondido la pregunta que siglos de filósofos no pudieron: el vaso está medio vacío. Y la razón es que las ventas de agua embotellada han bajado por primera vez en por lo menos, cinco años, bajo el asalto de iracundos ecologistas y consumidores preocupados por la economía y súbitamente conscientes de que el agua del grifo es prácticamente gratis. Incluso Nestlé, el mayor vendedor de agua embotellada del país, ha comenzado a sentir la presión. El miércoles reportó que las ganancias del primer semestre del año bajaron 2.7 por ciento, su primera disminución en seis años.

¿El mayor perdedor? El agua.

``Es una forma obvia de ahorrar', dijo Joan Holleran, director de investigaciones de mercado de Mintel.

La noticia ha hecho las delicias de los ecologistas, que desde hace tiempo han criticado a la industria por desperdiciar recursos naturales y llenar los vertederos de botellas plásticas. ``Pensábamos que nunca íbamos a poder influir sobre las ventas de agua embotellada y ahora, súbitamente, ha estado ganando impulso', dijo Wenonah Hauter, directora ejecutiva del grupo de activistas Food & Water Watch.

El agua embotellada se convirtió en los últimos años en uno de los productos del sector de más venta en Estados Unidos, por encima de los jugos, y convirtiéndose en la tercera bebida más popular en 2008, según Mintel. Los refrescos son, de lejos, la bebida favorita, seguida por la leche. Entre 2003 y 2008, las ventas de agua embotellada subieron 59 por ciento, a $5,100 millones, convirtiéndola en una de las bebidas de más rápido crecimiento. Alrededor de 70 por ciento de los consumidores dice que toma agua embotellada.

Pero la recesión ha afectado la tendencia. Nestlé vende varias marcas, como Poland Spring, Deer Park, S. Pellegrino y Perrier. Fue el único sector del grupo de alimentos y bebidas de Nestlé que tuvo una baja mundial de ventas en el primer semestre, un descenso de 2.9 por ciento debido a la debilidad económica en Estados Unidos y Europa Occidental. La Coca-Cola también ha culpado a la debilidad de la demanda de la baja en las ventas de sus marcas de agua embotellada en Estados Unidos.

Según la firma asesora Beverage Marketing Corp., los norteamericanos bebieron 8,700 millones de galones de agua embotellada el año pasado, en comparación con 8,800 millones en 2007, la primera disminución en una década. El consumo per cápita bajó de 29 galones a 28.5. Jeff Cioletti, director de la publicación comercial Beverage World, dijo que no creer que el agua embotellada vuelve a crecer al mismo ritmo durante mucho tiempo.

``Hay muchos vientos en contra', comentó.

Esas fuerzas no sólo incluyen la recesión económica, que afecta las ventas de todo, desde los carros hasta la ropa, sino también una masiva campaña ecologista para beber agua del grifo.

Según Food & Water Watch, hacen falta más de 17 millones de barriles de petróleo --lo suficiente para un millón de carros durante un año-- para producir las botellas plásticas de agua que se venden anualmente y casi 86 por ciento no se reciclan.