20 de junio de 2009
La Opinion
La economía de muchas familias del país no está para gastos extravagantes como un televisor de pantalla líquida, así que gran parte de los consumidores con televisores analógicos se han conformado con adquirir una caja convertidora. "Lo dejo para más adelante", decía esta semana Rosaura Moreno, mientras comparaba precios de televisores en un establecimiento Best Buy de Los ángeles. Para Moreno, toda la inversión en la transición digital se ha limitado a los 24 dólares adicionales que ha pagado por dos cajas convertidoras adquiridas con cupones del gobierno, de los que se han repartido unos 59 millones en todo el país. Según la Agencia Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA), 400 mil fueron solicitados después del 12 de junio cuando se produjo la transición. Mike Mountford, director ejecutivo de AllAmericanDirect.com, una minorista de electrónicos en línea, comenta que sus ventas de televisores han aumentado sólo ligeramente. "Lo que sí hemos registrado es una gran demanda de antenas para tejados", dice Mountford, informando que su empresa ha experimentado un aumento del 300% en las ventas de estos aparatos, cuyo rango de precios varía aproximadamente desde los 50 a los 500 dólares. De los más de 114 millones de hogares con televisión en todo el país, unos 2.8 millones de hogares del país reciben la señal televisiva a través de antenas. Además, como muchos otros vendedores del sector, Mountford se ha beneficiado de un aumento en las ventas de convertidores. Para minoristas como Radio Shack, las cajas convertidoras representaron ya el pasado año unos 200 millones de dólares en ventas. Según algunos analistas, un posible efecto positivo derivado de las ventas de convertidores es el mayor tráfico generado en las tiendas, que algunas podrán capitalizar para ventas futuras. Desde la Asociación de Electrónicos de Consumo (CEA) corroboran que la transición digital no ha provocado un aumento en las ventas de televisores. Sin embargo, Mountford cree que la transición podría tener algún efecto positivo para la industria en los próximos meses. "Es posible que mucha gente se canse de los convertidores y decida comprar una televisión nueva", comenta el empresario, señalando que las próximas Navidades podrían ser el momento óptimo. Según un estudio de la consultora Knowledge Networks, sólo un 8% del total de hogares con televisión compró recientemente un aparato alta definición.