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  Que no te cojan de...
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9 de junio de 2009

La Opinion

Los casos de automóviles supuestamente quemados por sus dueños subieron 27% en un año, al igual que los robos apócrifos -24%-, e incluso los reclamos falsos de casas dañadas por tormentas de granizo -407%-, todo ello llevado a cabo, se sospecha, con la intención de cobrar el seguro por parte de personas financieramente estresadas.

Según un reporte de la Oficina Nacional de Delitos contra Seguros (NICB), una entidad investigativa afiliada a las compañías de seguros, los llamados "fraudes oportunistas" muestran un incremento contundente en el primer trimestre del año con respecto a 2008 en múltiples categorías.

"La desesperación empuja a la a gente a tomar medidas desesperadas. Desafortunamente, cometer un fraude de seguros no es la solución para los problemas de uno; puede ocasionar otros problemas si lo atrapan a uno", dijo Joe Wehrle, presidente de la NICB.

Algunos de los supuestos defraudadores son personas que ya no pueden pagar las letras de su automóvil y deciden meterle candela o pagar a alguien para hacerlo. Otros optan por abandonar su carro en un lugar remoto y luego lo reportan como robado para cobrar el seguro, o lo venden o lo transfieren a otra persona. Una vez que obtienen el dinero del seguro, lo usan para pagar total o parcialmente su deuda.

Según la organización Coalition Insurance Fraud, algunos automovilistas hunden sus máquinas supuestamente robadas en un lago, un canal o un río. Otros carros terminan en el mercado negro de repuestos usados o en manos de pandillas que los venden en el extranjero.

De acuerdo a esa organización, la práctica de deshacerse de un vehículo para cobrar el seguro, especialmente si se trata de un automotor que consume excesivo combustible, tiende a agudizarse cuando el precio de este aumenta.

Uno de los engaños que más han repuntado de acuerdo a los datos de las mil compañías que nutren el informe de la NICB, entraña la exageración de daños meterológicos. Una granizada daña parcialmente un área del techo de una casa, pero el propietario reporta un daño generalizado en esa parte de su vivienda.

En el primer trimestre de este año, las aseguradoras informaron de 71 casos sospechosos de ese tipo, frente a 14 registrados en los primeros tres meses de 2007.

En el mismo período, la cántidad de caídas accidentales dudosas declaradas a esos negocios pasó de 250 a 399, una subida de 60%.

Frank Scafidi, portavoz de la NICB, explicó que algunos indicadores de fraude que los investigadores de las compañías toman en consideración son por ejemplo múltiples reclamos provenientes de una misma dirección, un alto número de pasajeros en el mismo vehículo que resultasen heridos en un accidente o la presentación de un número inusual de reclamos por una misma persona.