14 de mayo de 2009
Xavier Serbia - La Opinion
No importa quién lo diga y cómo lo diga, no especularía mi dinero en lunares, no lo haría en dinares. ¿Por qué? por tres razones que van unidas: 1) pobre regulación, 2) calidad crediticia, 3) naturaleza especulativa. Como no es un instrumento de inversión, quien lo vende no necesita registrar sus vendedores, ni su negocio, ni la moneda como inversión. Cierto que hay negocios legítimos como las casas de cambio, envío de dinero, cheques de viajero que tienen que estar registrados con el FinCen (otra parte del gobierno) y pueden vender moneda. Pero, como dice el mismo Tesoro claramente: "…potenciales clientes, se les recuerda que la registración con el FinCen de ninguna manera garantiza ni la legitimidad el negocio, ni el cumplimiento con las leyes federales, estatales o locales." Aquí entra dos problemas: liquidez y capital de respaldo. No hay mercado abierto para liquidar o cambiar el dinar por otra moneda como el euro, el yen, el dólar, etc. Entonces tengo dos opciones: viajar a Irak para cambiar la moneda por dólares o confiar que el mismo vendedor me compre los dinares a cambio de dólares. Asumiendo que el mismo comerciante los compra de vuelta, ¿a qué precio? Un comerciante en Internet anuncia que te vende un millón de dinares por $1,200 dólares. Pero, si se los vendo de vuelta me paga $900. O sea, pagué $1,200 y lo vendo a $900 perdiendo $300 dólares. Es un margen muy amplio. ¿Y quién asegura que lo comprarán de vuelta? ¿Qué respaldo financiero ellos tienen para hacerse cargo de la compra en caso de que quiera vender los dinares? El argumento que se usa para comprar dinares es que en el futuro cuando se abra la comercialización internacional de la moneda, el mercado internacional verá favorablemente el su valor haciendo que lo vendas más alto de lo que pagaste. ¿Y qué usa el mercado para darle valor a una moneda? la inflación esperada, la tasa de interés, el nivel de ingreso en el país, cuánto control tiene el gobierno sobre la moneda y la expectativa que se tiene. Fíjate en todas las interrogantes que existen. Toma nota.