13 de mayo de 2009
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- Los sistemas de Seguridad Social y Medicare se están deteriorando a un ritmo incluso más rápido bajo el peso de la recesión, y podrían caer en insolvencia años antes de lo esperado, advirtió el martes el gobierno. Medicare paga ya más dinero del que recibe, algo que ocurrió por primera vez el año pasado, y el sistema de Seguridad Social caerá en esa situación para el 2016, un año antes de lo previsto, de acuerdo con el reporte anual de los fiduciarios. A menos que se aprueben cambios en la Seguridad Social, el fondo de retiro se agotará en el 2037, cuatro años antes de lo que se pronosticó en el 2008. El fondo fiduciario de Medicare está aún peor. Quedaría insolvente en el 2017, dos años antes de lo esperado. En el plazo inmediato, los fiduciarios no esperan que los beneficiarios de la Seguridad Social reciban aumentos por inflación en el 2010 o 2011, algo que no ha ocurrido desde 1975, cuando se adoptaron los ajustes automáticos. La Administración de la Seguridad Social fijará en octubre el ajuste del año próximo, con base en la inflación en el previo. "No debemos ser negligentes, pero tampoco estar aterrorizados por las fechas revisadas de insolvencia", dijo el comisionado de Seguridad Social, Michael Astrue. "El sistema de Seguridad Social capoteará esta recesión. Sin embargo, mientras más pronto asumamos la tarea de reformar el sistema, más fácil será tomar las decisiones difíciles". La recesión está dañando a ambos fondos, financiados por los impuestos a la nómina. Estados Unidos ha perdido 5,7 millones de empleos desde que comenzó la recesión, lo que significa que menos impuestos llegan a los fondos. Simultáneamente, el envejecimiento de la numerosa generación conocida como "baby boomers" y el aumento en los costos de la atención a la salud están incrementando los gastos. Los fondos fiduciarios, que existen en papel dentro de un archivo en Parkersburg, Virginia del Oeste, son bonos respaldados por compromisos o garantías del gobierno, pero no por activos reales. Ese dinero se ha gastado al paso de los años para financiar otras partes del gobierno. A fin de cobrar los bonos, el gobierno tendría que buscar préstamos en los mercados públicos de deuda o elevar los impuestos. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, jefe del grupo de fiduciarios, dijo que la reducción de los costos de salud es la clave para salvar a Medicare. "La reforma más eficiente debe... ayudar a abatir el ritmo de crecimiento del gasto nacional en salud", señaló Geithner.
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