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12 de mayo de 2009

La Opinion

Si te decides a seguir este plan anti deuda, es imprescindible un período de preparación en el que tus grandes aliados serán una visión clara de tus metas y una actitud positiva ante los retos. ¡ármate de una actitud positiva y honesta! Antes de empezar a analizar tu presupuesto, las tasas de interés de tus tarjetas de crédito y otros detalles de tu economía, tenemos que hablar de actitud. ¿Por qué? Pues porque salir de deudas no es un juego de niños ni mucho menos.

Durante el proceso, se presentarán obstáculos y situaciones difíciles que podrás superar mejor y más rápido con una actitud optimista y mucha confianza en tus posibilidades.

Dicen que admitir el problema es gran parte de la solución, así que otra de tus grandes aliadas es la honestidad para reconocer las áreas de conflicto en tu presupuesto, dónde están tus debilidades e identificar aquellos errores que te han llevado al actual nivel de endeudamiento.

Mantén una visión a largo plazo. De igual manera que tu actual situación económica no se originó en un solo día, eliminar las deudas no puede resolverse de una mañana para otra. Es un proyecto a largo plazo. Cuán largo es ese plazo depende de la severidad de la deuda y de tu plan de acción, pero mantener una visión clara de tus metas te recordará que existe la luz al final del túnel.

METAS CLARAS Y PRECISAS

Si algo te ayudará a ver esa luz al final del túnel y a motivarte durante el camino es el establecer objetivos y metas a alcanzar. Pero para que esas metas te sean realmente útiles, deben cumplir ciertos requisitos: específicas, medibles, realistas y que sean a plazo fijo.

En términos de deudas, una meta general sería, por ejemplo, "pagar mis tarjetas de crédito". Una meta específica sería "pagar $30 dólares adicionales contra el principal en mis cuatro tarjetas de crédito cada mes". Por ejemplo: "ahorrar dinero" no puede medirse. Sin embargo, sí puedes medir el propósito de "ahorrar $250 dólares al mes".

Si te decides a seguir este plan anti deuda, es imprescindible un período de preparación en el que tus grandes aliados serán una visión clara de tus metas y una actitud positiva ante los retos.

¡ármate de una actitud positiva y honesta! Antes de empezar a analizar tu presupuesto, las tasas de interés de tus tarjetas de crédito y otros detalles de tu economía, tenemos que hablar de actitud. ¿Por qué? Pues porque salir de deudas no es un juego de niños ni mucho menos.

Durante el proceso, se presentarán obstáculos y situaciones difíciles que podrás superar mejor y más rápido con una actitud optimista y mucha confianza en tus posibilidades.

Dicen que admitir el problema es gran parte de la solución, así que otra de tus grandes aliadas es la honestidad para reconocer las áreas de conflicto en tu presupuesto, dónde están tus debilidades e identificar aquellos errores que te han llevado al actual nivel de endeudamiento.

Mantén una visión a largo plazo. De igual manera que tu actual situación económica no se originó en un solo día, eliminar las deudas no puede resolverse de una mañana para otra. Es un proyecto a largo plazo. Cuán largo es ese plazo depende de la severidad de la deuda y de tu plan de acción, pero mantener una visión clara de tus metas te recordará que existe la luz al final del túnel.

Si algo te ayudará a ver esa luz al final del túnel y a motivarte durante el camino es el establecer objetivos y metas a alcanzar. Pero para que esas metas te sean realmente útiles, deben cumplir ciertos requisitos: específicas, medibles, realistas y que sean a plazo fijo.

En términos de deudas, una meta general sería, por ejemplo, "pagar mis tarjetas de crédito". Una meta específica sería "pagar $30 dólares adicionales contra el principal en mis cuatro tarjetas de crédito cada mes". Por ejemplo: "ahorrar dinero" no puede medirse. Sin embargo, sí puedes medir el propósito de "ahorrar $250 dólares al mes".