21 de abril de 2009
El Nuevo Herald
La Casa Blanca respaldará los esfuerzos del Congreso para poner fin a los abusos con tarjetas de crédito y así poder enfrentar los efectos de la recesión entre los estadounidenses, informó el domingo un funcionario. La Cámara de Representantes y el Senado analizan la aprobación de una ley para regular las tarjetas de crédito. La ley limitaría la capacidad de las compañías emisoras de tarjetas de crédito para aumentar las tasas de interés en balances existentes y exigirá una mayor divulgación de sus métodos. Larry Summers, un economista y asesor de la Casa Blanca, dijo que los ciudadanos deben ahorrar más, pero también que el gobierno tiene que controlar a las empresas proveedoras de tarjetas de crédito a fin de eliminar la adicción del público al llamado "dinero de plástico'. El presidente Barack Obama se concentrará en el futuro cercano "en un conjunto de tópicos relacionados con el abuso de las tarjetas de crédito', dijo Summers el domingo a la cadena de televisión NBC. El economista denunció que muchas personas deben pagar "tasas extraordinariamente altas que no pagarían si hubiesen conocido' los métodos empleados por las empresas de tarjetas de crédito. Summers dijo que el gobierno desea que exista una mejor regulación del sistema financiero, alentar el ahorro y finalmente retornar a una situación donde los gastos del gobierno no causen problemas agudos en la economía. "Necesitamos hacer cosas para frenar el mercadeo del crédito de una forma que convierte a las personas en adictas. De esa manera, los hogares volverán a ahorrar y las familias podrán aprestarse a enviar a sus hijos a la universidad, o guardar dinero para la jubilación', dijo el economista. Por su parte, el presidente Obama dijo el domingo que se asegurará de que el dinero de los contribuyentes aplicado al rescate gubernamental de instituciones financieras no termine en un agujero negro. Durante una conferencia de prensa al concluir la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, se le preguntó si los exámenes que su gobierno está efectuando a ciertos bancos pudieran derivar en el despido de algunos ejecutivos bancarios. Obama respondió que el gobierno desea intervenir lo menos posible, pero aclaró que es necesario que haya "transparencia y rendición de cuentas' en la forma en que se maneja el dinero del rescate financiero. El secretario general de la presidencia, Rahm Emanuel, dijo el domingo que no cree que el gobierno tenga que intervenir o hacerse cargo temporalmente de algunos grandes bancos del país. La nacionalización de los bancos no es una meta del gobierno de Obama y no es un buen objetivo de política, agregó Emanuel al programa
This Week de la cadena de televisión ABC. Los reguladores federales anunciarán pronto cómo se han desempeñado los 19 bancos más grandes de la nación para determinar su capacidad de resistir las agravadas condiciones económicas. Las pruebas han sometido los balances generales de los bancos a escenarios que incluyen crecientes pérdidas de empleos y precios de las casas en picada.