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  Por el libro
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24 de marzo de 2009

El Nuevo Herald

La temporada alta del ciclo vacacional en el sur de la Florida sigue recibiendo los embates de la crisis económica global y los hoteles han reducido los precios para llenar las habitaciones.

Las cifras de febrero dadas a conocer ayer por Smith Travel Research mostraron que los hoteles de Miami-Dade son los que más han sufrido la recesión, con ingresos que han bajado con más rapidez que en el invierno que siguió a los ataques terroristas del 2001. Los descorazonadores datos de febrero se dieron a conocer después del decepcionante fin de semana del Miami International Boat Show, que es tradicionalmente el más fuerte del año.

El mes pasado el nivel de habitaciones llenas en Miami-Dade bajó 10 puntos en comparación el mismo período del año anterior, a 73 por ciento, a pesar de una reducción de precios de 15 por ciento, a $180 por noche. Los descuentos ayudaron más en Broward y en Los Cayos, donde el precio bajó de modo similar pero el nivel de ocupación bajó sólo 3 puntos en Broward y se mantuvo igual en Los Cayos.

'Nuestro índice de ocupación no está tan mal', dijo el director de turismo de Broward, Nicki Grossman. ``Pero tuvimos que bajar los precios para conseguir clientes'.

Un aumento en la cantidad de habitaciones de hotel ha hecho de Miami-Dade un mercado de hospedaje mucho más competitivo que hace un año, con un 10 por ciento más de habitaciones que en el invierno del 2007. Al ser uno de los mercados hoteleros de más alto precio del país, Miami-Dade sufre también --según indicó el Departamento de Comercio la semana pasada-- de una reducción de 22 por ciento en gastos de viaje en todo el país.

En el Doral Golf Resort & Spa se celebran menos conferencias y no hay muchas reservaciones de vacacionistas en el lujoso hotel, conocido por su torneo anual de golf profesional.

Chris Bielski, director de ventas del centro, dijo que la gente está viajando menos que en el invierno siguiente a los ataques del 2001.

'Comenzamos a recuperarnos un poco' en febrero del 2002, afirmó. ``Parece que la gente lo piensa mucho antes de viajar en estos momentos'.

Las nuevas cifras de Smith Travel sugieren también que la crisis de los viajes es más fuerte que la que siguió al 11 de septiembre.

Febrero del fue la primera vez desde los ataques en que los hoteles de Miami-Dade tuvieron una reducción de ingresos por concepto de hospedaje menor del 20 por ciento. La pérdida del 17 por ciento es ese mes fue significativamente menor que el 24 por ciento de enero del 2002, según las cifras de Smith Travel.

Pero el comienzo del 2009 ha sido diferente. En Miami-Dade, el mayor mercado hotelero del sur de la Florida, los ingresos por habitación bajaron en enero 25 por ciento, en comparación con 18 por ciento en enero.

'Después del 11 de septiembre había miedo de viajar', dijo Rolando Aedo, jefe de mercadotecnia de la Oficina de Convenciones y Visitantes del Gran Miami. ``Ahora hay una crisis económica global, más profunda y amplia'.

Aedo hizo notar que, a pesar del declive, Miami-Dade sigue obteniendo resultados relativamente favorables en comparación con los demás mercados hoteleros importantes de la nación: los ingresos de hotel promedio de Miami-Dade --$121 por noche-- fue el más alto entre los 25 destinos turísticos más importantes del país.