24 de marzo de 2009

El Nuevo Dia

"Tu cabeza tiene precio". Con esta amenaza ha retomado fuerzas en la Isla el uso de teléfonos celulares para iniciar un plan de extorsión. Se trata de una falsa llamada que en la mayoría de las ocasiones es originada desde las cárceles del País, explicó el teniente Tomás Otero Torres, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de San Juan.

De acuerdo con las autoridades y víctimas entrevistadas, el timador obtiene información de la persona, a veces su nombre completo y el de familiares, o sencillamente el número de teléfono. Llama a la víctima desde un celular prepagado, lo que impide que se sepa quién originó la comunicación, y amenaza de muerte a su víctima a cambio de que le entreguen cientos o miles de dólares a través de entidades como Western Union. Como parte del plan, otro individuo informa en otra llamada que por una suma menor de dinero puede intervenir para detener la supuesta ejecución.

"Esto está ocurriendo hace unos meses en todo Puerto Rico", dijo Otero Torres.

"En realidad eso está bajo investigación hace algún tiempo", explicó por su parte Sheila Padín, de la oficina de prensa del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

Según se indicó, muchas veces los delincuentes piden altísimas sumas como $10,000 para negociar una cantidad menor. En el proceso de intimidación, amenazan a la potencial víctima con asesinarla o le dicen que tomarán acción en contra de familiares cercanos como los hijos.

Además, los timadores ocasionalmente reciben ayuda de cómplices allegados al perjudicado o se nutren de información divulgada sobre la persona, como cuando se trata de una figura pública, o utilizan el material incluido en tarjetas de presentación o fotos.

"Las víctimas se asustan muchísimo", describió Otero Torres.

El teniente dijo tener conocimiento de que en el área de San Juan hay personas arrestadas por originar estas llamadas, mientras que Padín señaló que no han detenido a nadie dentro del sistema de Corrección como ocurrió en el pasado.

La Policía ayer no pudo precisar el número de personas que han sido timadas, aunque sí aseguró que algunos han caído en el "pescaíto" en varias ocasiones.

El Nuevo Día supo de dos ciudadanos que recibieron la llamada amenazadora tan reciente como el pasado fin de semana.

Otero Torres aseguró que no se trata de una organización que opera de manera articulada, sino de muchas personas que aprovechan este esquema de forma individual como una vía para obtener dinero fácil.

En el 2003, la Policía desarticuló un proceder similar cuado arrestó a 12 personas que actuaban en coordinación con confinados de la cárcel Guayama 1000.

Este grupo llegó a llamar a más de 50 personas y exigirle dinero a cambio de cancelar un supuesto contrato de muerte en su contra o de un ser querido. En aquella ocasión fueron víctimas de los malhechores empresarios y figuras reconocidas como la trabajadora social Doris González y el ex secretario de Salud, Enrique Vázquez Quintana.

En ese momento se propusieron proyectos de ley para el uso de tecnología especial que detecte las señales de celulares en las cárceles, pero la medida quedó en nada.

La recomendación del CIC es que la víctima de la llamada amenazante contacte de inmediato con la Policía, que según Otero Torres cuenta con agentes especializados para esclarecer estos crímenes.