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13 de marzo de 2009

Consumer.es

Actuar siempre con sentido común e instalar programas antivirus, antiespía y cortafuegos son medidas clave para utilizar la Red sin ser víctima de delitos

Ni el más insensato de los ingenuos entregaría las llaves de su coche o de su casa a un desconocido, ni confiaría en alguien que le promete ganar montañas de dinero sin apenas esfuerzo ni riesgo. Entonces, ¿por qué parece que bajamos la guardia y nos convertimos en incautos desprevenidos cuando navegamos por Internet? En un país como el nuestro, en el que hay 12 millones de personas mayores de 14 años usuarios habituales de Internet, se registraron oficialmente en los primeros seis meses del recién terminado 2008 un total de 1.842 casos de fraude, que representan un aumento del 12% respecto al mismo periodo de 2007, según el informe elaborado por la compañía de seguridad digital S21 sec.

Por sorprendente que pueda parecer, en pleno siglo XXI hay millones de personas que jamás han instalado programas antivirus en su ordenador. Y, sin embargo, no arriesgan más que el resto. En general, son usuarios cautos y buenos conocedores de la Red que siguen todas las recomendaciones de seguridad y se informan mediante listas conocidas como "listas blancas" de las páginas por las que se puede navegar con garantías. No obstante, con el fin de navegar con la máxima seguridad, el mercado ofrece programas informáticos diseñados específicamente para proteger al usuario frente a sistemas maliciosos:

Cortafuegos o "firewall": equivale a una primera protección ante la descarga de determinados programas en el ordenador. Avisa en caso de sospecha y mantiene un registro del nivel de seguridad del PC. Los cortafuegos detectan y advierten sobre los programas que quieren conectarse a Internet para que el usuario pueda negarle el acceso a la Red si no le resulta conocido. El sistema operativo Windows es el más vulnerable a los ataques con software malicioso. Dispone de su propio cortafuegos y funciona bien, pero merece la pena estudiar otras alternativas, tanto de pago como gratuitas, que también ofrecen buenos resultados, como Zone Alarm.

Programas antiespía: el segundo nivel de seguridad es la instalación de sistemas antiespía. Los espías son programas tóxicos que cuando desembarcan en un ordenador inspeccionan los historiales de navegación y hábitos del usuario para después bombardearle con publicidad de acuerdo a su perfil de usuario y consumidor. El internauta comprueba que, de repente, se le llena el correo electrónico de spam, o comienzan a saltar ventanas emergentes con publicidad de todo tipo. Además de estas molestias, cuando un ordenador se carga de estos programas malvados su funcionamiento comienza a ser mucho más lento. Entre los antiespía gratuitos más sencillos de conseguir, cuya misión es revisar el aparato en busca de esta amenaza y eliminarlos con rapidez de manera que en menos de media hora el ordenador funcione con normalidad, destacan Ad-Aware y SpyBot. Ambos mantienen un control estricto sobre los programas que se descargan al ordenador, aunque también gana adeptos otra aplicación eficaz Ccleaner.

Los antivirus: el tercer nivel de seguridad, y más discutido, lo constituyen los programas antivirus. Los primeros virus surgieron cuando determinados hackers crearon programas que causaban problemas pero resultaban inofensivos, se trataba, más que otra cosa, de pruebas de ingenio y gamberradas en las que demostraban su pericia. Hoy, algunos hackers son auténticos delincuentes. A los creadores de estos programas-trampa no les mueve superar retos técnicos o intelectuales, ni presumir de sus habilidades, ni cometer gamberradas sin propósito pecuniario; les mueve ganar dinero aunque sea mediante delitos. Ahora apenas hay virus destructivos desinteresados: lo que priman son desarrollos contaminantes como los que crean programas espía y publicidad no deseada. Por ello, muchos usuarios se cuestionan la conveniencia de usar programas antivirus cuando, con los programas antes descritos, ya se logra una cuota de seguridad eficaz.

Nunca está de más instalar un antivirus en nuestro equipo profesional, aunque para un usuario privado quizá es excesivo el gasto. Los programas de pago tienen sentido en las complejas redes de ordenadores corporativos, pero para los PC individuales hay antivirus apropiados en Internet que son gratuitos, como Avira Antivir Personal, que se instala con facilidad y se actualiza con cierta periodicidad para mantenerse al día respecto a los nuevos desarrollos delictivos.

Hacer copias de seguridad: el uso de antivirus se complementa con la realización periódica de copias de seguridad de los datos importantes que se hallen en el disco duro del ordenador, por lo que conviene disponer de un disco duro externo que albergue dichas copias, o contratar un servicio de este tipo en Internet que sincronice automáticamente cada nuevo dato con un servidor, como Diino, Drop Box o Syncplicity.