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3 de marzo de 2009

Primera Hora

Imagínese comprar una propiedad y no poder disfrutarla por defectos de construcción. Para colmo de males, ni los desarrolladores (The Woods Development) ni los constructores (FJ Constructions) asumen la responsabilidad de las reparaciones.

La situación se complica por la disputa legal entre ambas compañías.

Este disgusto es el que atraviesa Hans García Jordán, quien en junio de 2006 adquirió un apartamento en el proyecto The Woods, en Palmas del Mar, en Humacao.

A sólo seis meses de la compra, la constructora reparó varias fallas que afloraron, pero un año después los arreglos se multiplicaron, según se desprende de la resolución emitida por el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) con fecha del 25 de noviembre de 2008.

En la actualidad, los inconvenientes persisten, y están relacionados con la instalación inadecuada de losetas, problemas de humedad, manchas, y empañetados deficientes en varias partes de la propiedad.

El apartamento ha sido declarado ruina funcional, la cual, aunque no amenaza los elementos vitales del edificio, afecta seriamente la utilización y disfrute del mismo.

En la resolución que emitió DACO, se favoreció a García Jordán y se les ordenó a los querellados la reparación de los daños indicados, el pago de los daños ocurridos a la propiedad privada y una indemnización por angustias y sufrimientos, entre otros.

El 15 de diciembre pasado, los querellados solicitaron una reconsideración, la que aún no ha sido atendida por la oficial examinadora del caso, la licenciada Marilda Santana Santos. El plazo de 90 días con el cual cuenta DACO para actuar vence el próximo 15 de marzo.

Roberto Toro Rosas, director interino de la oficina regional de Caguas , expresó que "con toda probabilidad antes de la fecha de vencimiento se despachará el caso. Una vez ella presente el proyecto, lo examino, hago recomendaciones y si está perfecto lo firmo a nombre de DACO".

Añadió que "esto es un trámite que ocupa un tiempo", como para justificar la lentitud del proceso.

García Jordán, mientras, entiende que "90 días son exagerados. Es un cuarto de año en contra del tiempo consumido, 90 días en los cuales el cliente se tiene que quedar sin su propiedad y limitado del uso fructífero de la misma".

El propietario ha denunciado la situación con la intención de alertar a futuros compradores del proyecto, pues según él "cualquiera que compre tendrá el mismo problema que yo confronté".

García Jordán realizaría una manifestación pública en los predios de Palmas del Mar, como parte de su denuncia.