16 de febrero de 2009
El Nuevo Herald
UNA MUJER pone gasolina en su automóvil el domingo en Menio Park, California. El precio promedio nacional de un galón de gasolina sigue subiendo mientras el del crudo está en baja. Los precios del petróleo han bajado a cuotas mínimas este año, así que uno pensaría que los de la gasolina también bajarían. Pero no ha sido así. El jueves, por ejemplo, el crudo cerró por debajo de $34 el barril, su punto más bajo en lo que va del año. Pero el precio promedio nacional de un galón de gasolina subió a $1.95 el mismo día, el punto más alto del año, y el viernes aumentó un centavo más. Para los automovilistas, que de nuevo se impacientan mientras llenan el tanque, esto suena a confabulación. Pero tiene más que ver con un mercado energético, que está de cabeza y que ha desviado a la gasolina de sus cauces económicos normales. El precio de la gasolina está ciertamente ligado al del petróleo. El problema es, ¿cuál petróleo? La referencia del precio del petróleo crudo es el West Texas Intermediate (WTI), que se extrae, obviamente, en Texas. Ese es el precio, fijado en la Bolsa Mercantil de Nueva York, que usted ve citado en la prensa. En este momento, en una tendencia anormal del mercado, el crudo West Texas se vende por mucho menos que el crudo de inferior calidad procedente de otros lugares en todo el mundo. La severa crisis económica ha dejado las existencias en Estados Unidos con una gran cantidad de ese crudo, lo que hace que el precio del crudo de alta calidad sea el más bajo en cinco años. Pero el crudo extranjero es el más usado para refinar la mayor parte de la gasolina en EEUU. De modo que los precios en las gasolineras probablemente seguirán subiendo sin importar lo que suceda con el precio de referencia. "Definitivamente estamos a más de $2 y estoy seguro de que llegaremos a los $2.50 antes de la primavera', dijo Tom Kloza, editor y analista principal de petróleo de Oil Price Information Service. "Este año será poco común'. En el último día del 2008 la gasolina costaba un promedio de $1.62, según el club automovilístico AAA, Oil Price Information Service y Wright Express, una compañía que analiza información de transporte. La recesión en Estados Unidos ha reducido sustancialmente la demanda por petróleo y las existencias se acumulan. De modo que el precio del West Texas está muy por debajo del crudo procedente del Mar del Norte, Arabia Saudita y Sudamérica, que se vende en algunos casos a $10 más por barril, y eso ni siquiera incluye el transporte. Históricamente, el West Texas International cuesta más, por lo que nadie se ha molestado en construir oleoductos para sacarlo más allá de las refinerías del Medio Oeste, partes de Texas y otras zonas. Ahora que el crudo de alta calidad de pronto se abarata, las refinerías en otras partes no pueden conseguirlo. "Es baratísimo', dijo Lynn Westphall, vicepresidente senior de Asuntos Externos de Tesoro, con sede en San Antonio, que tiene media docena de refinerías en la costa este y Hawai. "Pero no se puede construir un oleoducto a cualquier lugar'. Entonces, ¿por qué no construir más oleoductos? Porque no tiene sentido invertir miles de millones de dólares durante varios años cuando los precios podrían regresar en un año a su posición anterior. "¿Cuánto tiempo más estará el West Texas por debajo del crudo venezolano o canadiense?", se preguntó Charles T. Drevna, presidente de la Asociación Nacional de Petroquímicos y Refinerías. ‘‘No se puede construir un oleoducto así como así'. Al mismo tiempo, las refinerías han visto los mismos titulares que todo el mundo sobre la pérdida de empleos y el gasto del consumidor y han reducido la producción para evitar exceso de inventario de gasolina. El resultado: gasolina más cara. "¿Por qué una refinería debe producir más gasolina cuando la demanda baja?", dijo Drevna. Por supuesto, las complejas explicaciones de los caminos divergentes del crudo WTI y los precios de la gasolina no aplacarán a los frustrados automovilistas, que no han olvidado cuando tuvieron que pagar más de $4 por galón. "A los automovilistas los estafan ahora más que antes', dijo Stuart Pollok, que llenaba el tanque recientemente en una gasolinera Chevron en el centro de Los Angeles. Pollok señaló que el año pasado Exxon Mobil Corp. tuvo miles de millones en ganancias cuando los precios del petróleo llegaron a casi $150 el barril. Otros opinan que la confabulación viene de más arriba. "[El precio] bajó considerablemente durante las elecciones y ahora sube de nuevo', dijo Christel Sayegh, diseñador gráfico de 23 años y de Los Angeles. "Eso pasa en todas las elecciones, ¿no?".