16 de febrero de 2009
La Opinion
Reducir los contaminantes ambientales que contribuyen al problema del calentamiento global no le corresponde únicamente al gobierno. La familia puede contribuir con tan sólo adquirir los llamados electrodomésticos y enseres "verdes" (o eficientes) que, además de ahorrar energía, economizan dinero. ¿Cuáles son? ¿En dónde comprarlos? ¿Cómo identificarlos? Serena Ingre, portavoz de la Onda Verde —una iniciativa del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés), una entidad sin ánimo de lucro— dijo que en la actualidad hay en el mercado un sinnúmero electrodomésticos y otros enseres "verdes" para cada rincón del hogar. "Ante la nueva tendencia de conservación energética y el cuidado del ambiente ecológico, hoy hay disponibles lavadoras de platos y ropa, aires acondicionados y sistemas centrales de climatización, monitores de computadoras y televisores de pantalla delgada y plana de cristal líquido, calentadores rápidos de agua, reproductores de música y video, impresoras y cargadores de baterías de teléfonos móviles o inalámbricos y otros enseres", explicó Ingre. Estos artículos, dijo, están a la venta en las tiendas de enseres y electrodomésticos y sus precios varían según la casa manufacturera, su tamaño y eficiencia. Por regulación del gobierno, los productos eficientes tienen que ser identificados con la etiqueta Energy Star, que muestra un dibujo con un medio globo terráqueo y una estrella. "Cuando un electrodoméstico porta en su empaque o superficie esta etiqueta, esto quiere decir que fue manufacturado con un sistema de consumo de energía mucho más eficiente que la que tiene cualquiera de los otros productos y que supera los estándares mínimos de eficiencia energética fijados por el gobierno federal", especificó la entrevistada. Los electrodomésticos eficientes cuestan más que los regulares. Pero según explicó Ingre, a la larga salen mucho más baratos debido a que con el paso de los meses se reducen significativamente las cuentas mensuales del servicio de luz y de agua. Como por ejemplo, señaló la experta, las lavadoras de ropa eficientes —que se identifican por tener su puerta de carga al frente y no poseer un agitador de agua en el medio—, usan menos agua que la de carga superior. Además de eso, reducen el consumo de luz que usan las secadoras porque la ropa sale casi seca. Los estudios han demostrado que cuando se cambia una lavadora de ropa regular por una eficiente, las familias ahorran unos 110 dólares al año en servicios de agua y luz. Ingre señaló que la cifra se queda corta, ya que no incluye el ahorro que se tiene en compra de ropa. "Las lavadoras modernas Energy Star desmanchan mejor la ropa y desgastan menos los tejidos", denotó. En cuanto a los refrigeradores, el ahorro también es significativo. Según Ingre, al cambiar un refrigerador hecho en 1980 por uno eficiente se logra un ahorro anual de 100 dólares en el pago de luz. Al reemplazar una lavadora de platos manufacturada antes de 1994 por una con ciclo de lavado ligero se ahorran 25 dólares al año en servicios. "Si se cambian todos los electrodomésticos viejos por eficientes la cuenta mensual del agua y luz se baja en 30%", sostuvo Ingre. Aseguró que este porcentaje se puede reducir aún más si se mantienen desconectados los electrodomésticos que no se están usando o aquellos que no requieren estar conectados todo el día. Otra ventaja que hay al comprar un artículo eficiente en energía o agua es que muchas ciudades ofrecen incentivos monetarios. Para obtener información sobre estos, la entrevistada recomienda preguntarle al vendedor, averiguar con el fabricante o con el departamento de servicios al consumidor de la ciudad donde se vive.