14 de febrero de 2009
La Opinion
Ahorrar cada centavo ha lanzado a cientos de consumidores al mercado de la piratería, actividad que en este primer trimestre podría registrar un aumento del 20%, según la Oficina de Protección de la Propiedad Intelectual de la Organización Mundial de Aduanas (OMA). Orillados por la crisis económica, actualmente por cada producto original que se vende, los consumidores compran entre ocho y 10 productos "piratas", un incremento que a la larga afectará aún más al comercio organizado y la generación de empleos. Así, este año los consumidores que busquen adquirir productos apócrifos generarán mermas a EEUU por más de 200,000 millones de dólares anuales y la pérdida de más de 700,000 fuentes de trabajo. En promedio, el crecimiento de la piratería se ubicaba en un 12%; sin embargo, la tendencia registrada desde 2008 y los primeros meses de 2009 indican que este año aumentará a un 20%, apuntó Fernando Fabre, economista de la Universidad Anáhuac, de la Ciudad de México, tras una conferencia en la Universidad de Riverside en California. Fabres destacó que la masiva distribución de productos apócrifos en este país tendrá una repercusión mayor en naciones como México y Centroamérica, zonas que sirven de puente para la transportación de artículos "patito" hacia el norte. "Comprar productos piratas es un acto que a simple vista parece inocente y hasta válido, pero globalmente es un problema enorme que sangra la economía de todos los países y es urgente combatirla", apuntó. Además de ser una industria con fórmulas y artículos cada vez más sofisticados, que ahora requieren de pruebas de análisis químicos para detectar las falsificaciones, la producción de artículos piratas ha alcanzado nuevos mercados, como la industria de la belleza y los medicamentos, dos de los sectores más afectados en la actualidad, según la OMA, que coloca a China a la cabeza como el exportador mayoritario de artículos apócrifos, con casi el 80% del mercado y un valor superior a los 350,000 millones de dólares. A nivel local, lo mismo en tianguis que a través de vendedores ambulantes, el impacto de la piratería es una constante entre los residentes del Sur de California. Para Isabel Salguido, residente de El Segundo, la piratería es su única alternativa para ahorrar dinero. "La loción original cuesta como 60 dólares, la pirata me sale a 15, y huelen igualito. Paga la marca el que tiene [dinero], pero ahorita quién", comentó. Ventas al menudeo de productos piratas le cuestan cada año sólo al condado de Los ángeles pérdidas por impuestos de 5,000 millones de dólares y alrededor de 10,000 fuentes de trabajo, de los cuales el 70% corresponde a la industria de la ropa y el entretenimiento, según informes de la Corporación para el Desarrollo Económico del Condado de Los ángeles (LAEDC). Pero el auge de la piratería ha sido de tal magnitud que se ha convertido en tema de seguridad nacional para autoridades federales. Kevin Weeks, director de Operaciones de la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP), en Los ángeles, detalló que diversas investigaciones han detectado grupos terroristas financiados a través de la venta de productos falsos. Recientemente esa dependencia federal confiscó un cargamento de cigarrillos Marlboro falsos con un valor en el mercado por dos millones de dólares. "Este problema necesita soluciones de acercamiento doméstico e internacional, por que no sólo está en juego la seguridad del país sino la salud de los norteamericanos", indico a través de un comunicado Orrin Hatch, senador republicano de Utah, quien actualmente está diseñando una propuesta de ley para reforzar las multas y penalidades, así como incorporar campañas educativas para proteger el derecho intelectual de la propiedad. "Crisis económica y piratería se han convertido en un círculo vicioso y hay que combatirlo", agregó Hatch. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, la actual crisis económica disparará no sólo la producción de artículos piratas, sino la demanda.