13 de febrero de 2009
La Opinion
El uso de su tarjeta de crédito estará acompañado de nuevas y drásticas protecciones, según regulaciones que fueron tratadas ayer en el Congreso. Entre las prácticas de la industria contra las que se arremetió en la audiencia ante el Comité Bancario del Senado estuvo la acumulación de tarifas ocultas que deben pagar los consumidores. Estas tarifas pueden provenir de pagos telefónicos, transferencias de saldos, reemplazo de tarjetas perdidas y adelantos de efectivo. Las empresas emisoras de tarjetas también pueden aumentar las tasas de interés debido a una variedad de motivos. "La lista de acciones cuestionables que llevan a cabo las empresas de tarjetas de crédito es larga e inquietante", dijo el senador demócrata Chris Dodd, , presidente del comité . Cualquier regulación nueva se agregará a medidas drásticas en el sector que fueron adoptadas por el Banco de Reserva Federal a fines del año pasado. Esas reglas, que comenzarán a regir en julio de 2010, protegen a los consumidores de aumentos arbitrarios de tasas de interés y de plazos inadecuados para pagar las facturas. Además, se deberá avisar a los consumidores 45 días antes de que se realicen cambios en los términos de una cuenta. Según las reglas actuales, en la mayoría de los casos las empresas envían el aviso 15 días antes de que se realicen determinados cambios. Un pago no podrá ser considerado atrasado a menos que se otorgue al prestatario un plazo razonable, como 21 días, para pagar. La legislación presentada por Dodd y su colega Carl Levin, también incluirá lo siguiente:
- Prohibirá a las empresas de tarjetas de crédito cobrar interés sobre las multas
- Prohibirá cobrar a los consumidores por pagar a través del correo o el teléfono
- Exigirá a las empresas emisoras de tarjetas de crédito reducir las tasas de interés de la multa si no ocurren otros incumplimientos después de seis meses
- Exigirá a los emisores de tarjetas que los menores de 21 años presenten la firma del padre o tutor, quien será codeudor.
La supervisión en el sector se realiza cuando los consumidores presentan mayores problemas para cumplir con las facturas de las tarjetas de crédito. El mes pasado, Fitch Ratings dijo que su índice de cuentas canceladas en portafolios de tarjetas de crédito premium aumentó en diciembre a su mayor nivel en cuatro años. La tasa a la que los titulares de las tarjetas pagan los saldos pendientes alcanzó el nivel más bajo desde mediados de 2004. Las cuentas canceladas son préstamos que se consideran perdidos al no ser devueltos. El clima económico actual y la nueva administración del presidente Barack Obama hacen que los partidarios de las medidas vean mejores perspectivas para una mayor supervisión del sector de los servicios financieros. Pero teniendo en cuenta las reformas ya adoptadas en diciembre, algunas personas en la audiencia del jueves pidieron tener cuidado al imponer más regulaciones. "Debemos ser cuidadosos y no tomar medidas que limiten el crédito", dijo el senador republicano Richard Shelby. Shelby dijo que sería prudente ver primero cómo funcionan las regulaciones adoptadas en diciembre antes de agregar otras. Kenneth J. Clayton, asesor general de la Asociación de Banqueros de EEUU, dijo en una declaración que no es claro todavía cuál será el impacto de las nuevas reglas. "Es claro que aumentan mucho las protecciones para los consumidores. Lo que no es tan claro es cómo afectarán la disposición de los inversionistas para financiar los préstamos de las tarjetas de crédito, la capacidad de los prestamistas de otorgar préstamos y, de manera más general, el impacto que tendrán las reglas en la economía estadounidense", dijo Clayton en una declaración. Consumer Action, un grupo de defensoría con sede en San Francisco, señaló que hasta ahora el Senado no ha aprobado ninguna protección fuerte para los usuarios de las tarjetas de crédito a pesar de las muchas audiencias que se han realizado sobre el tema en el Senado desde 2005.