5 de febrero de 2009
Yahoo
Un empresario de 75 años, director de una empresa de venta de futones que quebró, fue detenido este jueves como sospechoso de haber cometido una de las mayores estafas piramidales en la historia de Japón y de haber engañado a miles de consumidores creando una moneda virtual. Kazutsugi Nami, director de L&G, quien durante los últimos años se había convertido en un verdadero gurú para los inversores que conseguía, fue arrestado el jueves en Tokio junto con 21 colaboradores. La policía sospecha que Nami es el autor de una estafa piramidal cuyo monto total no fue revelado oficialmente, pero que según los medios de comunicación ascendería a entre 126.000 y 226.000 millones de yenes (entre 1.100 y 2.000 millones de euros). El número de víctimas, siempre de acuerdo con los medios, sería de por lo menos 37.000. Nami prometía rendimientos anuales de 36% a los inversores que le confiaban su dinero. También había puesto en circulación una moneda virtual llamada "enten". Se trata de una combinación de los dos ideogramas que significan "yen" y "paraíso", afirmando que su objetivo era transformarla en una divisa mundial única. Esos "enten" podían ser utilizados en varios hoteles y comercios pagando con el teléfono portátil, o en sitios de venta en línea. A cambio de un mínimo de 100.000 yenes entregados a Nami, los suscriptores recibían una suma equivalente en "enten" y teóricamente podía recuperar su inversión tras un año. Si decidían dejarla en manos de Nami, su reserva de "enten" era renovada sin que tuvieran que pagar una nueva suma de dinero. A principios de 2007, la empresa de Nami dejó de pagar intereses a los inversores y de volver a comprar los "enten" a los comercios asociados a la operación, y unos meses después despidió a todos su personal. Cuando un periodista le preguntó si utilizaba los fondos aportados por los nuevos inversores para pagar a los más antiguos, Nami respondió tranquilamente: "Es lo que hacen todas las empresas. No es un fraude".