14 de enero de 2009
La Vanguardia
La onda expansiva de la estafa Madoff, la mayor por el método de pirámide financiera de la que se tiene noticia, ha llegado con fuerza a América Latina, afectando a miles de inversores de todos los países del continente. Pese a que la noticia no ha sorprendido a nadie, la revelación de que miles de iberoamericanos tenían inversiones sin declarar fuera de su país ha suscitado críticas y descalificaciones de todo tipo. La salida de capitales se da en forma permanente en el continente, aumentando o disminuyendo según la estabilidad política, social y financiera de cada país; sin embargo, por primera vez se ha comprobado con cifras concretas la alta cuantía de los depósitos colocados en un solo fondo de un único banco. ¿Cómo fue posible que tantos inversores experimentados depositaran su dinero en esta red fraudulenta? En realidad, todo se basaba en la confianza. El escándalo Madoff' ha puesto en evidencia todo el sistema de supervisión, auditoría y control de riesgos en que se supone que se basa la industria de inversión. Los afectados no pueden creer que los auditores no llegaran a sospechar algo sobre la monumental estafa. La mayoría de los afectados de varios países con los que hemos podido hablar intentan justificar el haber invertido su dinero fuera del país, sin declararlo ante las respectivas autoridades fiscales. A este respecto, dicen que se han empobrecido, e incluso arruinado, en las crisis económicas que en forma recurrente se producen en el hemisferio, ya sea por el llamado efecto tequila, o por el efecto tango, por el derrocamiento de presidentes o por la incompetencia y mala gestión de sus gobiernos. Por ello, dicen, invirtieron en un valor que les aseguraron que era muy seguro, pero que ha resultado algo parecido al timo de la estampita. Entre los clientes latinoamericanos implicados en la estafa de Madoff, los hay de todo tipo, desde el gran empresario con una abultada cuenta de decenas de millones de euros al comerciante que empezó prácticamente de la nada y que, gracias a una vida de trabajo y sacrificio, ha ahorrado unos cientos de miles. En Iberoamérica se están preparando decenas de demandas contra el Grupo Santander, que se presentarán con premura si el banco español no reintegra los depósitos de sus clientes que se evaporaron con la estafa de Bernard Madoff. El futuro del Grupo Santander en este continente puede deteriorarse gravemente al estar en juego el principal capital de un banco: la confianza. Centenares de sus mejores depositantes, que han sido víctimas de la pirámide financiera, aún confían en que Emilio Botín, anuncie antes de la junta general del próximo día 26 que el banco asume las pérdidas de sus clientes por la estafa de Madoff, tal como en parte se hizo con los perjudicados por la quiebra de Lehman Brothers. Investiga la fiscalía anticorrupción de España La posición de los afectados se ha fortalecido al conocerse que la fiscalía anticorrupción de España indagaría las pérdidas de 2.300 millones de euros de clientes del Banco Santander por inversiones con Bernard Madoff. Cuando esta información se dio a conocer en los días navideños pasó medio desapercibida, pero al aparecer el martes en la primera página de The Wall Street Journal hizo sonar todas las alarmas. Sobre la gravedad de la citada investigación, fuentes de la propia fiscalía anticorrupción, que cita la agencia Europa Press, admiten que se están llevando a cabo "diligencias informativas iniciales" sobre el impacto del caso Madoff' en España y, por el momento, "no se ha tomado una decisión" respecto a acudir a los tribunales, ya que "no se está investigando a nadie en concreto". El Grupo Santander es el primer banco de América Latina en cuota de mercado. En este continente obtiene ya la tercera parte de sus ganancias; según las previsiones, en pocos años los beneficios superarían el 40 %. El 23 octubre de 2007, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, afirmó en Ciudad de México que el Santander "apuesta por América Latina hace muchos años y ahora apuesta todavía más". Como ejemplo se puso la compra en Brasil del Banco Real, filial brasileña del holandés ABN Amro, nueva adquisición de un consorcio liderado por la institución española. "Si no atienden nuestro justo reclamo, la confiabilidad y prestigio del banco sufrirá un grave quebranto. Nosotros depositamos nuestra confianza en el Santander, que nos propuso invertir en el fondo estrella del banco, el Optimal SUS EQ IRL A USD Security. Nos lo presentaron como un fondo del Santander, con el que no corríamos ningún riesgo. Nunca había oído hablar de Madoff", declara a "La Vanguardia" un inversor mexicano de origen y pasaporte español, que ya está en contacto con otros clientes para crear una asociación de afectados que emprendería acciones comunes en defensa de sus intereses. Nuestro informante recalca: "Yo no quería especular sino tener un depósito seguro, tal como me dijeron". Y en tono más bien amenazante, señala: "Se resuelve bien este problema o pueden haber consecuencias muy serias". "La Vanguardia" ha conversado con perjudicados de algunos de los ocho países latinoamericanos en los que opera el Grupo Santander, además de Puerto Rico. Coinciden en que no pretendieron invertir con fines especulativos, ya que en todo momento estuvieron convencidos de haber depositado su dinero en uno de los fondos más seguros del mercado. Todos pidieron no ser identificados por razones de seguridad y porque las inversiones no estaban declaradas ante las autoridades tributarias de su país. "No nos consideramos malos ciudadanos" "No nos consideramos malos ciudadanos por colocar nuestro dinero en el exterior. Lo hacemos porque en México no tenemos ninguna seguridad, ni física ni financiera. Ya hemos sufrido mucho por periódicas crisis económicas. En el pasado mes de octubre el peso se devaluó en un 30 por ciento. Además, en México no hay pensión que nos asegure la vejez, y por ello invertimos en lo que creíamos fondos plenamente garantizados. Este depósito era mi seguro de vejez", comentó a este diario un afectado de Guadalajara (Jalisco) de 68 años. Los depositantes con los que hemos tenido contacto coinciden en que ningún ejecutivo del banco que les vendió el fondo les advirtió que corrían riesgo alguno. Por ello, el pasado 14 de diciembre se sorprendieron muy desagradablemente al saber que el fondo Optimal en realidad no era del Banco Santander, como en todo momento se les aseguró, sino que lo gestionaba Bernard Madoff, nombre que la gran mayoría oía por vez primera. Varios españoles con los que hemos conversado anticiparon que si se ven obligados a plantear la demanda en Suiza o Estados Unidos, países en los que compraron los fondos Madoff, darán la cara y se identificarán con nombre y apellidos ante la opinión pública. "Hemos perdido mucho y ya no nos importaría lo que pasara", señaló un perjudicado. Muchos clientes son españoles que llegaron a México muy jóvenes, sin nada. A base de esfuerzo lograron reunir una pequeña, mediana o gran fortuna, que de todo hay. "Detrás de cada dólar que he perdido hay un gran esfuerzo, no lo he ganado con pelotazos" "Elegí al Santander para depositar mis ahorros por tratarse de un banco español que me inspiraba confianza. No soy especulador, buscaba un refugio. Detrás de cada dólar que he perdido hay un gran esfuerzo, no lo he ganado con pelotazos. Nos dicen que en la Junta General del día 26, el Santander anunciará unos beneficios de unos 9.500 millones de euros. Sería inmoral que repartan ese dinero sin atender a las víctimas de la estafa", comenta un empresario que ya tiene problemas para pagar la nómina de sus empleados. A este respecto, nos han recordado unas palabras pronunciadas por Botín el 17 de octubre de 2007: "Hay que evitar generar riesgo moral: no podemos transmitir el mensaje de que se puede actuar sin responsabilidad sobre los errores que se cometan". "Para convencerme de la confiabilidad del fondo Optimal, un ejecutivo del Santander me dijo que era una inversión de viudas", nos comenta desde Bogotá otro afectado. "No era un fondo especulativo, la rentabilidad que nos daba, no inducía a sospechas. Sólo un año tuvimos un beneficio del 10 por ciento, que atribuimos a la buena gestión del Santander. Yo no buscaba ningún riesgo", agrega este cliente. "Los clientes de Santander en Monterrey fueron invitados a invertir en ese fondo", dice Ernesto Canales, uno de los abogados corporativos más importantes de Monterrey, la capital industrial de México. Canales declara a "La Vanguardia" que varios clientes del Santander perjudicados por la estafa Madoff se le han acercado con interés de conocer sobre la posibilidad de entablar una demanda. Según el abogado, hay cuatro elementos que, además de la negligencia de gestores y auditores, permitirían entablar una querella judicial: 1) Hay casos en los que el cliente no tenía conocimiento de que el fondo Optimal lo manejaba Madoff; 2), el banco no sólo recomendaba, sino que abogaba por el fondo Optimal; 3) hay que aclarar el papel de la Junta de Gobierno del Santander en el caso; 4) el cuchillo ensangrentado (la prueba del crimen) sería la comisión del 2"35 % que el Santander cobraba a los clientes por la gestión. Este corresponsal ha podido ver los folletos con los que el Santander promociona el fondo Optimal afectado y las fichas informativas que el banco periódicamente entrega a sus clientes. Comprobamos que, efectivamente, se cobra una comisión del 2"35 % y que el único gestor del fondo, al cien por ciento, es Optimal Management. Madoff no aparece ni en la letra pequeña. El rendimiento anual neto oscila entre 6, 7 y 8 por ciento. Más de un cliente opta por el radicalismo, y advierte que si no le reintegran los fondos "retiraré el dinero de todas mis cuentas y procuraré hacer todo el daño posible". Quizá en Madrid no se percibe lo que podría afectar a la imagen del banco que se presentaran centenares de demandas, a las que los medios informativos presumiblemente prestarían atención, aumentando las querellas como una bola de nieve. La situación es delicada, ya que ninguno del grupo de ejecutivos que desde Miami, Houston y Ginebra viajan a México para llevar las cuentas de banca privada ha visitado este país en las últimas semanas. Un cliente amenazó verbalmente a un ejecutivo, y por precaución el banco decidió que se cortaran los contactos personales. Es lo que los agentes han contado por teléfono a los clientes que reclaman su presencia. En la colonia española todo se sabe y todo se comenta En México, los miembros de la próspera y numerosa colonia española se conocen entre ellos porque son familiares, amigos y suelen frecuentar los mismos centros. Por ello, es casi de público conocimiento quién ha perdido y quién se ha salvado de la estafa de Madoff. Serían más de 300 los españoles afectados en México, de un total de más de 700 víctimas. Como mínimo, un 80 por ciento de esos 300 clientes está dispuesto a presentar una demanda si el Santander no les reintegra su depósito. Las pérdidas de los afectados iberoamericanos representan más de los dos tercios de los 2.330 millones de euros (3.117 millones de dólares) que se han evaporado tras depositarlos el Santander en Madoff. Según documentos a los que ha tenido acceso "La Vanguardia", los inversionistas mexicanos perdieron unos 380 millones de dólares, los argentinos una cifra ligeramente inferior, los brasileños unos 300 millones, los chilenos 250, 170 los venezolanos, 160 los colombianos… "El monto de los activos son significativos, pero lo peor es el impacto que las demandas tendrían en la reputación del Santander", ha declarado Carlos García, analista de ING. "Santander tiene que hacer frente a la posible respuesta legal de los clientes, lo que podría atraer mayor atención hacia el caso", añadió. Un abogado mexicano, que en nombre de tres afectados prepara una demanda contra el Santander, comenta a este diario que el banco tiene todas las de perder al haber cobrado 2"35 por ciento de comisión por la gestión de un fondo que siempre presentó como propio. Señala el letrado que esa alta retribución ameritaba que el fondo estuviera bien manejado y excelentemente auditado. "El banco eligió a Madoff como gestor, lo usó, cobró sus buenas comisiones y nunca lo comunicó a sus clientes. Ahora debe responder", subraya el abogado. Argumenta el letrado que la actuación del Santander con los afectados por la quiebra de Lehman Brothers es un precedente de mucho peso. Se estima que los clientes de Banif, la filial de banca privada del Santander, perdieron más de 500 millones de euros tras la caída del banco de inversión americano. Parte de esa cantidad será asumida por el banco español mediante el cambio del bono Lehman por otro de Abbey, banco británico que pertenece al Santander. Un bufete de Nueva York quiere representar a los afectados La agencia EFE informó ayer que el bufete neoyorquino Kaplan Fox & Kilsheimer, especializado en demandas colectivas entre otros casos complejos, está investigando al Banco Santander y trata de reunir a clientes de la entidad española que se hayan visto afectados por la estafa orquestada por Bernard Madoff. Ese despacho de abogados, con oficinas en Nueva York, San Francisco, Los ángeles, Chicago y Nueva Jersey, ha subrayado en un comunicado que tiene "larga experiencia en la defensa de denuncias y demandas colectivas relacionadas con fraudes financieros". "Kaplan Fox & Kilsheimer ha estado investigando al Banco Santander por potenciales violaciones de la legislación federal y estatal de Estados Unidos sobre el mercado de valores", recalca el despacho de abogados. Kaplan Fox asegura que ha abierto la investigación "en nombre de inversores (del banco) que han resultados afectados por el esquema piramidal de miles de millones de dólares orquestado por Madoff". "En particular, los clientes del banco español que invirtieron en el fondo de inversión Optimal Strategic US Equity podrían haberse visto afectadas por ese supuesto fraude", se dice en el escrito del despacho de abogados.