14 de enero de 2009
La Opinion
En menos de seis semanas, las televisoras del país eliminarán sus transmisiones analógicas y comenzarán a emitir en forma digital, lo que podría dejar sin recepción a ocho millones de hogares que tienen aparatos analógicos y captan la señal por aire. Esa realidad alcanzó esta semana a los legisladores y al próximo gobierno del presidente electo Barak Obama, después que el Departamento de Comercio se quedara sin dinero para emitir cupones que subvencionan la adquisición de cajas convertidoras de la señal analógica a la digital. Los espectadores que no reciban televisión por cable o vía satélite, o que carezcan de un aparato receptor con señal digital, necesitarán esas cajas para poder usar los aparatos analógicos. La insuficiencia de fondos para costear el programa de cupones fue la razón principal que impulsó al equipo de transición de Obama a pedir al Congreso que retrase el fin de la recepción analógica programada para el 17 de febrero.