29 de diciembre de 2008
El Nuevo Dia
A los 58 años y después de un matrimonio de más de 30 años, Mariana pensaba que su vida "estaba hecha". Por eso fue tan devastador el día que su esposo le pidió el divorcio y se fue de la casa. Fue cuando comenzó a tener problemas para dormir, lloraba constantemente y todo el tiempo sentía una dolorosa sensación que ella definió como "angustiosa". "Yo veía esos anuncios de medicamentos que casi describían lo que sentía y le pedí a un amigo médico una receta (de un antidepresivo y de un medicamento para dormir)", contó Mariana, aunque admitió que el médico no era psiquiatra y que tampoco pensó en buscar uno. Pero después de un tiempo, cuando quiso dejar de tomar los medicamentos, Mariana tuvo serios problemas. Una situación que, desafortunadamente, el psiquiatra Ernesto Frontera cree es bastante común. Una sutileza, afirmó el psiquiatra, que buscaba diferenciarlo, "aunque es lo mismo, porque si dejas de usar la sustancia, el cuerpo reacciona". Otro de los ejemplos que pone el doctor Frontera es el Desorden de Déficit de Atención (ADD en inglés) y la controversia en torno a si se debe medicar o no a los niños con ese diagnóstico. Lo primero, afirma el psiquiatra, es que la clasificación de ADD ha ido variando con los años (se ha ido redefiniendo y expandiendo). Y aunque cree que hay niños con problemas severos que se pueden beneficiar de los medicamentos, no siempre es así. Pero también se debe tener en cuenta que todo el mundo tiene momentos de inatención. Especialmente, si se tienen tres años, dijo la Dra. Lelis Nazario, directora del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. "He tenido niños que han venido porque el maestro le ha dicho a la mamá que, si no lo medica, no lo acepta en el salón. Pero, a veces, no necesariamente tiene todos los criterios para medicar", dijo Nazario, quien cree que, a veces, estos medicamentos los están recetando médicos que no son especialistas. Precisamente, cuando empieza la demanda desde muchas áreas para que se medique a un niño, coincide el Dr. Frontera -y todo lo que sea hiperactividad se diagnostica como ADD- "y los atracan de medicamentos", hay que preocuparse. "Es la misma técnica que se ha usado por décadas para vender jabones y Coca-Cola… En el mundo del mercadeo, la enfermedad se convierte en un producto. Y eso es peligroso". "Explotación de la debilidad" Es una forma de explotar las debilidades humanas, "construcciones sociales que un poco nos hacen pensar que lo normal es estar enfermo y que estar saludable es la excepción a la regla", dijo el especialista en bioética, Leonides Santos y Vargas, director del Instituto de Bioética Eugenio María de Hostos del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR. "Se puede explicar desde diferentes puntos de vista. Uno de ellos es el mercadeo por parte de grupos de profesionales interesados, entre ellos la industria farmacéutica. Quiere decir que si estás triste, hay un medicamento que te quita la tristeza. Se ve desde la óptica de eliminar o ‘curar’ situaciones que antes eran normales o parte del diario vivir", sostiene Santos, quien cree que se trata del "capitalismo de la enfermedad y la salud", algo que él cree se ha convertido en una oportunidad dorada para muchos. "La idea es que, si estás saludable, tomes medicamentos para prevenir una enfermedad".