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  Por el libro
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4 de diciembre de 2008

El Nuevo Dia

El robo de cobre es una amenaza para la infraestructura vital de Estados Unidos y la seguridad pública, advirtió hoy la Oficina de Investigaciones Federales (FBI). En un informe sobre este nuevo tipo de delitos, el organismo federal mencionó varios casos de robos del metal que provocaron problemas graves de seguridad.

En uno de ellos los ladrones robaron en una torre de la Administración Federal de Aviación en Ohio más de 300 metros de alambre.

Ese robo amenazó con interrumpir las cruciales comunicaciones entre aviones en vuelo y los controladores de tráfico aéreo, señaló el FBI.

"Individualmente estos casos aislados son un dolor de cabeza, pero en conjunto constituyen un importante problema para nuestro país, una amenaza para la seguridad pública y para la infraestructura crucial de EE.UU.", señaló el informe.

"A primera vista podría tratarse de robos pequeños", explicó un experto del FBI, "pero el impacto sobre la seguridad pública podría ser importante".

Advirtió que aunque los ladrones no quieran comprometer la infraestructura del país, podrían ser acusados de cometer un delito federal.

Esa advertencia se hizo realidad este año en el estado de Nevada donde un ladrón de cobre fue acusado de cometer un delito federal y enfrenta la posibilidad de ser condenado a un máximo de 20 años de cárcel.

Según el FBI, en muchos casos los ladrones son drogadictos o pandilleros que actúan de forma individual para obtener dinero rápido al venderlo a comerciantes del metal.

"Sus objetivos son subestaciones eléctricas, vías férreas, servicios de emergencia y otros sitios delicados", indicó.

El cobre se convirtió en un botín apetecido luego de que aumentara su cotización en los mercados de materias primas como consecuencia de la mayor demanda de países emergentes como China y la India.

Mientras se mantenga esa demanda "el mercado ilegal del cobre probablemente aumente", advirtió el FBI.

Pero el problema no es solo de Estados Unidos. El robo de alambre de cobre se intensificó en algunos países latinoamericanos el último año, especialmente en Chile, uno de los grandes productores mundiales del metal, como consecuencia de la mayor cotización internacional.

Según el FBI, entre 2001 y 2008, el precio ha aumentado en más de un 500 por ciento.

Sin embargo, ese aumento pareció haberse frenado en las últimas semanas de forma paralela a la cotización del petróleo y otras materias primas.

El informe manifestó que ante la situación, el organismo policial ha asignado grupos especiales para combatir el robo en todo el país.