1 de diciembre de 2008
La Opinion
La crisis financiera no ha podido aplacar las ganas consumidoras de los estadounidenses, que se han gastado en el primer día de rebajas después del Día de Acción de Gracias, el llamado "Viernes Negro", 10,600 millones de dólares, un 3% más. La industria minorista esperaba con ansiedad las primeras cifras provisionales, difundidas ayer por la empresa ShopperTrack RCT, ante su temor de que la crisis impacte negativamente en sus ventas. El cofundador de la firma de investigación, Bill Martin, dijo que el primer día de rebajas fue positivo, teniendo en cuenta las turbulencias económicas, la tradicional debilidad en el consumo en un año electoral y los precios récord de la gasolina en el verano. "Bajo estas circunstancias, el inicio de la temporada [de rebajas] es verdaderamente asombroso y demuestra la resistencia del consumidor estadounidense [ante la crisis] y su voluntad de gastar", explicó Martin a través de un comunicado. El experto atribuyó el aumento en las ventas a las fuertes rebajas que han aplicado las tiendas a sus artículos. Las cifras indican una subida bastante igualitaria en todo el territorio estadounidense, con crecimientos del 3.4% en el sur; del 3% en la región central; del 2.7% en el oeste y del 2.6% en el noreste. Pese a estos porcentajes alentadores, Martin advirtió que no hay garantías de que las tiendas sigan aplicando descuentos sustanciales a sus productos después del fin de semana del "Viernes Negro", lo que podría reducir el gasto de los consumidores. Dicho "Viernes Negro" es la jornada después del Día de Acción de Gracias y se llama así porque las cuentas del año de las tiendas suelen pasar de los números rojos a los números negros. Este año los estadounidense tienen solamente 27 días para hacer sus compras navideñas, comparado con los 32 días que tuvieron en 2007, algo que podría influir en las cuentas de las tiendas. Las primeras cifras son positivas, pero la temporada es larga y algunas empresas prevén caídas en las ventas por la crisis. El analista Marshal Cohen, de NPD Group, calcula que las ventas totales disminuirán un 3%, en lo que es su primera previsión negativa desde que evalúa las rebajas en Estados Unidos. La presidenta de America’s Research Group, Britt Beemer, augura que las ventas caerán un 1% en noviembre y diciembre. La Federación Nacional de Comercio Minoristas (NRF) proporciona cifras más positivas con un incremento previsto en las ventas del 2.2%, pero este porcentaje sería el peor en seis años. La precaución también ha invadido a las tiendas, que, como J.C. Penny, prefieren esperar unos días antes de publicar sus cifras de ventas del "Viernes Negro". Otra oportunidad de oro para el sector será el "Ciberlunes", denominado así hace tres años por la NRFF. Es uno de los días del año en el que los consumidores pueden encontrar las mejores ofertas por la internet y en el que las tiendas en línea hacen su agosto. WASHINGTON, D.C. (EFE).— La crisis financiera no ha podido aplacar las ganas consumidoras de los estadounidenses, que se han gastado en el primer día de rebajas después del Día de Acción de Gracias, el llamado "Viernes Negro", 10,600 millones de dólares, un 3% más. La industria minorista esperaba con ansiedad las primeras cifras provisionales, difundidas ayer por la empresa ShopperTrack RCT, ante su temor de que la crisis impacte negativamente en sus ventas. El cofundador de la firma de investigación, Bill Martin, dijo que el primer día de rebajas fue positivo, teniendo en cuenta las turbulencias económicas, la tradicional debilidad en el consumo en un año electoral y los precios récord de la gasolina en el verano. "Bajo estas circunstancias, el inicio de la temporada [de rebajas] es verdaderamente asombroso y demuestra la resistencia del consumidor estadounidense [ante la crisis] y su voluntad de gastar", explicó Martin a través de un comunicado. El experto atribuyó el aumento en las ventas a las fuertes rebajas que han aplicado las tiendas a sus artículos. Las cifras indican una subida bastante igualitaria en todo el territorio estadounidense, con crecimientos del 3.4% en el sur; del 3% en la región central; del 2.7% en el oeste y del 2.6% en el noreste. Pese a estos porcentajes alentadores, Martin advirtió que no hay garantías de que las tiendas sigan aplicando descuentos sustanciales a sus productos después del fin de semana del "Viernes Negro", lo que podría reducir el gasto de los consumidores. Dicho "Viernes Negro" es la jornada después del Día de Acción de Gracias y se llama así porque las cuentas del año de las tiendas suelen pasar de los números rojos a los números negros. Este año los estadounidense tienen solamente 27 días para hacer sus compras navideñas, comparado con los 32 días que tuvieron en 2007, algo que podría influir en las cuentas de las tiendas. Las primeras cifras son positivas, pero la temporada es larga y algunas empresas prevén caídas en las ventas por la crisis. El analista Marshal Cohen, de NPD Group, calcula que las ventas totales disminuirán un 3%, en lo que es su primera previsión negativa desde que evalúa las rebajas en Estados Unidos. La presidenta de America’s Research Group, Britt Beemer, augura que las ventas caerán un 1% en noviembre y diciembre. La Federación Nacional de Comercio Minoristas (NRF) proporciona cifras más positivas con un incremento previsto en las ventas del 2.2%, pero este porcentaje sería el peor en seis años. La precaución también ha invadido a las tiendas, que, como J.C. Penny, prefieren esperar unos días antes de publicar sus cifras de ventas del "Viernes Negro". Otra oportunidad de oro para el sector será el "Ciberlunes", denominado así hace tres años por la NRFF. Es uno de los días del año en el que los consumidores pueden encontrar las mejores ofertas por la internet y en el que las tiendas en línea hacen su agosto.
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