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26 de enero de 2006




Rechazo de industria automotriz a la ley anti-limón.

La propuesta legislación contra los llamados carros limones es "injusta" porque penalizaría a los concesionarios cuando la mayor parte de los problemas de autos se debe a la falta de mantenimiento y no a deficiencias del fabricante, coincidieron ayer gerentes de ventas y servicios de la industria.

Además, señalaron que la preocupación por los consumidores que recoge la legislación está atendida con las garantías y servicios que ofrecen los concesionarios a los autos, así como con el trabajo que realiza el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) cuando recibe una querella de algún cliente.

"El problema de los vehículos la mayoría de las veces no es el auto. Es el mantenimiento que se le da, o más bien que no se le da por parte del dueño", dijo Miguel Castellón, gerente de piezas y servicios de San Juan Motors, especializado en carros Mitsubishi.

"El consumidor puede pensar que es un limón, pero la verdad es que si no le da mantenimiento no se puede hacer nada", agregó.

Un proyecto de ley propulsado por el vicepresidente del Senado, Orlando Parga, pretende eliminar demoras injustificadas para arreglar carros que estén bajo garantías. La medida legislativa también contempla la posibilidad de exigir que se le otorgue un carro nuevo a un cliente que haya tenido que llevar su auto a arreglar en tres o más ocasiones por el mismo problema.

Parga ha dicho que los carros de baja calidad se envían a Puerto Rico porque la Isla no tiene ningún tipo de ley contra los autos limón, a diferencia de estados que sí gozan de esa protección.

Rafael Acosta, gerente de ventas de carros Ford en el concesionario Autos Vega, advirtió que si la medida se convierte en ley serán los consumidores quienes terminarán pagando los nuevos gastos en los que incurran los distribuidores y fabricantes.

"Obviamente no favorecemos esta medida. Es injusto porque nosotros no somos los fabricantes, somos los intermediarios entre el fabricante y el cliente. Además, esto va en contra del mismo consumidor. Un carro le va a costar más al consumidor porque si la industria ve que hay una posibilidad real de pérdidas pues van a aumentar los precios y se encarece más el carro. Todo lo que le cuesta al concesionario le cuesta al cliente", afirmó Acosta, quien se refirió a la medida como "totalmente absurda".

Ricardo Pérez, gerente de servicio especializado en autos Volkswagen en el concesionario Euroclass, también catalogó la propuesta legislación como "injusta" porque podría haber casos en los que los clientes "le den paleta al carro y luego vengan y pidan otro" por problemas que hayan surgido con el desgaste del vehículo.

Señaló, además, que muchos clientes se confunden sobre lo que representa un carro limón.

"El cliente a veces entiende que es un carro limón porque tiene que llevarlo al dealer en varias ocasiones. Pero los carros en este sistema económico están diseñados para que cada pieza tenga un cierto tiempo de vida y luego se tenga que cambiar", dijo Pérez.

El gerente de servicios agregó que los ingenieros podrían "fabricar un carro que nunca se daña, como pueden hacer una bombilla que no se apague. Pero no lo hacen así para que se mueva la economía, para que se compren piezas de carros. Si no es así, nosotros cerramos".