Inicio  








  Estirando el chavito
Bookmark & Share

31 de marzo de 2006

UNA LEY QUE entra en vigor hoy y que establece un impuesto de 50 centavos en el cuartillo de aceite lubricante representará un golpe adicional de $16 millones al bolsillo del consumidor boricua.
Encima de esto, la situación se podría poner color de hormiga brava ya que a modo de presión, los importadores de aceite contemplan suspender el recogido de embarques de ese producto. Como consecuencia, una escasez de aceite de motor afectaría la Isla en menos de una semana.

La vislumbrada crisis surge a raíz del Proyecto de Ley 278 de 14 de septiembre de 2004, que busca incentivar el reciclaje de aceite al establecer que todo importador de aceite lubricante pagará un depósito de 50 centavos por cada cuarto de aceite importado, producido o refinado en la Isla.

La ley, cuya entrada en vigor había sido aplazada en dos ocasiones, establece que el depósito será pagado por los fabricantes o refinadores del producto antes de su distribución para la venta.

?Se autoriza a los importadores y fabricantes o refinadores de aceites lubricantes en Puerto Rico, así como a los distribuidores y vendedores al detal, a cobrar un depósito de cincuenta centavos por cada cuarto?, añade la ley, dando paso a que ese costo se le traspase al consumidor.

Cabe señalar que ya existe una ley, desde 1996, que establece un impuesto de 25 centavos en el aceite, a modo de motivar el que el mismo sea reciclado.

?Los 50 centavos por litro de aceite sobre los dos millones de dueños de vehículos de motor privado, tendrían un aumento aproximado de $16 millones al año?, estimó el economista Gustavo Vélez.

?El aumento es abrumador tanto para el consumidor como para la industria?, dijo por su parte Nelson Soto, presidente de American Petroleum, quien habló con El Nuevo Día en representación de los 12 importadores de aceite en la Isla.

Según Soto, el aumento para los importadores se estima en $27 millones. Para American Petroleum en particular, Soto calculó que sus costos incrementarían en $1 millón durante los próximos cuatros meses, razón por la cual hoy decidirá, al igual que los demás importadores, si suspende el recogido de los cargamentos de aceite. ?Lo dibujan como un depósito, pero es un impuesto?, dijo por su parte Efraín Reyes, pasado presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina. ?Son $27 millones que tienen que desembolsar los importadores y eso no considera los costos que ellos tienen por traer los vagones de aceite, ni por las líneas de crédito?, afirmó.

Efecto en la manufactura

Además del impacto para los consumidores y los exportadores, la empresas manufactureras que utilizan aceite para su maquinaria también verán un alza en el costo. Se estima que en conjunto, los negocios y los consumidores podrían recibir un alza de más de $50 millones al año, gracias al impuesto.

Ayer en la tarde, el representante José ?Chico? Vega radicó una enmienda al proyecto de Ley, con la intención de paralizar el cobro del depósito por un período de seis meses, en lo que se celebran vistas públicas y estudios para analizar el impacto y auscultar otras alternativas.

La Cámara aprobó la medida, pero el Senado no la vio, por lo cual no será hasta el lunes que se considere. Por ende, hoy entra en vigor la ley del los 50 centavos.

Aunque el espíritu de la ley intenta controlar el desecho inadecuado del aceite y, por ende, la contaminación a la infraestructura de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, el licenciado Luis Torres Marrero, quien representa a los importadores de aceite, argumenta que no existe evidencia ni datos concretos sobre esta problemática.

Él sugiere que se realice un estudio detallado sobre cuánto aceite se recicla actualmente, para que se tenga información concreta para determinar si hace falta el depósito.

Por otro lado, Soto trajo a colación que en California, que posee la reglamentación ambiental más estricta de todos los Estados Unidos, el impuesto en el aceite es de sólo 9 centavos.

Mientras, la entrada en vigor de esta ley en Puerto Rico ?penaliza a los que estamos siendo responsables?, dijo Carlos Jiménez, presidente de Fast Lane, cadena que se dedica al cambio de aceite y filtro.

En el caso de su negocio, el cliente llega y automáticamente se le recoge el aceite. Por ende, Fast Lane y negocios similares tendrán que reembolsarle a sus clientes los 50 centavos. Pero también tendrán que pagar los 50 centavos al distribuidor a quien le compran.

?Eso a mí, como pequeño comerciante, me pone una carga excesiva? dijo Jiménez.