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  Por el libro
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5 de julio de 2006

¿Alguna vez ha sentido una molestia estomacal pasajera después de consumir alimentos al aire libre?

La razón es muy simple: esos alimentos podrían haberse contaminado con una bacteria o por el medio ambiente, como por ejemplo, un insecto o el cabello de la persona que preparó la comida.

Lo alarmante es que esa condición pasajera pudo haber sido fatal si le pasa a un niño o a una mujer embarazada, y no necesariamente ocurre sólo cuando se cocina al aire libre, también, puede suceder en la cocina de su propia casa.

Durante el verano, una de las principales causas de infecciones gastrointestinales severas que llegan a los hospitales o consultorios médicos se debe al consumo de alimentos contaminados. Nos sentimos tan confiadas en la cocina, que se nos olvida lavarnos las manos antes de ponernos a cocinar; así como lavar cada uno de los utensilios que vamos usando en la preparación de los alimentos.

Los alimentos se pueden contaminar de diversas maneras y los que están más propensos son las carnes rojas y de aves de corral, huevos, quesos, productos lácteos, verduras crudas y pescados o mariscos crudos.

Por eso, en tiempos de calor, cuando nos encanta cocinar al aire libre, tenga más cuidado en el manejo de los alimentos que prepara para su familia. Verifique su temperatura, limpie bien las superficies donde prepara las comidas y no permita que el jugo de las carnes contamine las verduras crudas o viceversa.

Para el buen manejo de los alimentos

Lávese y enjuáguese bien las manos antes y después de manipular cualquier alimento.

Lávese bien las manos después de usar el servicio sanitario o de cambiar el pañal de su bebé.

Lave todos los utensilios y tablas de picar con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento y antes de pasar al siguiente.

Use guantes para cocinar si sus manos tienen cortaduras o irritaciones en la piel.

Evite la contaminación entre diferentes alimentos, separando la carne de res, de ave y de mariscos con otros ingredientes como frutas y verduras. Recuerde que después de utilizar cualquier superficie plana para preparar los alimentos debe lavarla muy bien, al igual que lavar los utensilios que usa y sus manos.

Cocine a la temperatura adecuada. Los huevos, por ejemplo, se deben cocinar hasta que la clara y la yema endurezcan; el pescado debe tener un color opaco al cocinarse y las escamas deben salir con facilidad. Las carnes rojas y de ave deben alcanzar una temperatura interna de 160 y 180 grados, respectivamente, y las comidas sobrantes deben guardarse en el refrigerador y luego recalentarse a una temperatura de, por lo menos, 165 grados Fahrenheit.

La carne que compra en el supermercado se debe refrigerar tan pronto se llega a casa y mantener en el refrigerador hasta que la vaya a utilizar. Por ejemplo, debe congelar el pollo si no lo va a usar en los próximos dos días después de la compra. Recuerde que las carnes se deben descongelar siempre dentro del refrigerador; para ello planifique sus comidas.

Los alimentos también se pueden contaminar antes de comprarlos. Tenga cuidado y no consuma alimentos vencidos ni empacados con el sello roto; no compre productos enlatados con la lata abultada ni alimentos que tengan un olor o sabor extraño.

Los alimentos envasados en casa deben prepararse con la mejor higiene y manejo para evitar cualquier contaminación.

Por último, recuerde que la comida cocinada no debe dejarse a temperatura ambiente por mucho tiempo; usualmente no espere más de dos horas. Si tiene una comida al aire libre, asegúrese de servir los alimentos sobre recipientes con hielo si son fríos, o en bandejas con agua caliente si son calientes. Además, todo debe estar muy bien tapado para que los insectos no la contaminen.

¡Buen provecho!

Si tiene preguntas, comentarios o quiere conocer más trucos de cocina o aprender nuevas recetas escriba a ?La Opinión?, Vida y Estilo, 700 S. Flower St., Suite 3100, Los Ángeles, CA 90017 o envíe un mensaje de correo electrónico a: vidayestilo@laopinion.com o a katiablankley@yahoo.com. ?La Opinión? no envía recetas a domicilio.


Tomates estilo Mediterráneo

Ingredientes

1 libra de tomates bien maduros

½ libra de hongos partidos en rodajas

2 cucharadas de aceite de oliva

½ taza de albahaca fresca

¼ de taza de orégano fresco

Pimienta al gusto

Preparación

Lave bien los tomates y pártalos en gajos. En una sartén grande caliente el aceite de oliva e incorpore los tomates y los hongos.

Añada la albahaca, finamente picada y el orégano.

Revuelva bien y cocine a fuego lento, por aproximadamente media hora. Cuando las verduras estén cocidas, escurra el líquido que soltó el guiso. Puede usarlo en la preparación de una salsa.

Verifique la sazón de los tomates, añada pimienta y sal, y sirva caliente.

Rinde cuatro porciones.

Pollo al jengibre

Ingredientes

2 pechugas de pollo

1 cucharada de jugo de limón

1 ½ cucharaditas de jengibre rallado

½ cucharadita de pimienta negra recién molida

2 dientes de ajo

Preparación

En un recipiente hondo combine el jugo de limón, el jengibre, el ajo y la pimienta.

Aparte, filetee las pechugas y májelas para que queden delgadas.

Coloque las pechugas en un tazón hondo y báñelas con la mezcla de jugo de limón. Refrigere por un mínimo de dos horas.

Cocine a la parrilla o fría en una sartén con aceite de oliva bien caliente, a fuego moderado para que se dore por ambos lados y no se quemen.

Las pechugas deben quedar doradas.

Da para dos porciones.

Ensalada de espinacas

Ingredientes

1 atado de espinacas

1 pimiento rojo

3 huevos

2 cucharadas de aceite de oliva

Jugo de limón al gusto

Pimienta en grano, al gusto

Preparación

Lave muy bien las hojas de espinaca y córtelas en trozos medianos. Colóquelas en una ensaladera y rocíelas con el aceite de oliva.

Aparte, corte los pimientos rojos en tiritas finas e incorpórelos a la espinaca picada.

Por último hierba los huevos en agua y pártalos en mitades; adorne con ellos la ensalada.

Da para dos porciones.