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  Por el libro
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19 de julio de 2006

WASHINGTON - La inflación a nivel consumidor mermó en junio, gracias a una baja temporal de los precios energéticos, aunque la mejora seguramente durará poco debido a la nueva crisis en el Medio Oriente, que ha situado el valor de crudo en territorio récord alcista.

El Departamento de Comercio informó que su Indice del Precios al Consumidor subió un 0,2% en junio, el mayor incremento en cuatro meses y la mitad del salto del 0,4% de mayo.

El aumento general se atuvo con los pronósticos de los economistas, aunque la inflación fundamental, que excluye el precio de los alimentos y la energía, subió un 0,3% en junio, frente al 0,2% pronosticado por Wall Street. Con ese salto, la inflación fundamental creció en los últimos tres meses a un ritmo anual del 3,6%, muy por encima de la zona de confort del 2% o menos preferida por la Junta Federal de la Reserva.

La Junta aumentó las tasas de interés 17 veces consecutivas para frenar la inflación. Empero, hay indicios que el aumento de los costos energéticos ha comenzado a repercutir en otras áreas del consumo.

Por otra parte, el Departamento de Comercio dijo el miércoles que la industria de la construcción de viviendas nuevas bajó un 5,3% en junio, otro indicio de que el mercado inmobiliario ha comenzado a perder fuerza.

La construcción de viviendas nuevas comenzó el mes pasado a un ritmo anual de 1,85 millones de unidades. Los permisos municipales de construcción, considerados un buen barómetro de la actividad futura, bajaron por quinto mes consecutivo.

El presidente de la Junta Ben Bernanke, que presentó el miércoles al Congreso el informe semestral de la Junta sobre política monetaria, hizo retroceder en junio los mercados bursátiles al fustigar el aumento de la inflación fundamental.