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  Por el libro
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26 de julio de 2006

Oscar J. Serrano PRIMERA HORA

La principal compañía local de TV Chat, como se conoce a la transmisión por televisión de mensajes de textos enviados desde celulares, aseguró que esa industria mantiene filtros automáticos y humanos para minimizar el uso ilegal de esa tecnología, pero admitió que los usuarios siempre pueden desarrollar nuevas formas de comunicarse, incluso con fines ilícitos.

El TV Chat es una moda de los últimos dos a tres años en Estados Unidos y Puerto Rico pero lleva de seis a siete años en Europa, señaló Víctor García Porrata, de ATG Inside Communications, empresa líder en la tecnología SMS de la que es parte el TV Chat. La tecnología de ATG es la que viabiliza también servicios como banca por Internet y el Celusondeo de PRIMERA HORA.

El propósito original de estos mensajes era que la audiencia interactuara con los conductores de los programas de televisión, pero García y el gerente de producción de No Te Duermas, uno de los espacios televisivos que usa el servicio, Rolando Santa, coincidieron en señalar que el uso más común es para televidentes que quieren comunicarse unos con otros en vez de interactuar con el programa.

El sistema de mensajes SMS quedó bajo la lupa de las autoridades por la creencia de que la menor Kamile Stephanie Burgos, de 12 años y desaparecida desde el 8 de julio, pudo haber iniciado contacto con el sospechoso de su desaparición a través del cintillo de mensajes de texto en un programa de vídeos musicales. Algunos de los investigadores de este caso y el de la también menor desaparecida Cristina Esther Ruiz comentaron a este diario su deseo de que estos mensajes sean controlados o abolidos.

Pero García planteó que la industria ha sido "proactiva", desarrollando distintos tipos de filtro, incluyendo uno para evitar que los mensajes se usen para atraer menores de edad.

"Cada cual es dueño de lo que comunica, sabe qué información enviar y qué información no enviar. Tomamos ciertas medidas preventivas para que ciertos mensajes ni salgan, pero no podemos evitar que las personas se expresen. Cada cual cuando compra un celular tiene que tener precaución en el uso del mismo", argumentó García.

La mecánica detrás de esta tecnología es que la persona envía el mensaje de su celular, éste pasa por la red de la compañía de celular de la persona, de ahí pasa al sistema de empresas como ATG, que las someten a los respectivos filtros y entonces lo transmiten a la pantalla del programa o canal de televisión que los haya contratado. Comercialmente, son las compañías de celular las que mercadean estos servicios porque les representa un ingreso, ya que cobran por el envío de los mensajes.

García enumeró que su compañía tiene la capacidad de poner ciertos números de teléfono en una lista negra para bloquear los mensajes que salgan de ahí; no se permite que el texto incluya un número de teléfono distinto del asignado al aparato del que salió; se le aplica un diccionario que elimina los mensajes con palabras soeces; y, finalmente, un ser humano los revisa. Sin embargo, la intervención de este moderador no es para censurar contenido, sino para alimentar el diccionario con las distintas variaciones de palabras que los usuarios inventan para evadir ese filtro automático.

En el contexto de este caso, García subrayó que el diccionario está habilitado para filtrar mensajes que contengan referencias a los números diez al 17 por entender que esto evita los mensajes emitidos por menores de edad con referencias a su edad y los emitidos por adultos que buscan atraer a menores de edad.

Además, indicó que, al menos en el caso de ATG, mantienen en una base de datos todos los mensajes que se han enviado por el sistema durante el último año. Las autoridades pueden tener acceso a la base de datos, aunque la misma sólo refleja el número del teléfono desde donde se envió el mensaje y la compañía proveedora de servicio celular.