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  Por el libro
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28 de julio de 2006

Servicios de La Opinión



Como padres que somos, enviamos a nuestros hijos a la escuela en espera de que regresen con una tarjeta de calificaciones llena de A.

Todo padre desea que sea un alumno de éxito, pero no todos saben cómo fomentarlo. La clave reside en lo que hacen los padres cuando sus hijos no están en la escuela. Hay que dar varios pasos en casa para garantizar un verdadero éxito.

Crear en casa una ?cultura de lectura?. La lectura es la base de todaslas destrezas que se aprenden en la escuela. El amor a ésta ayuda a los estudiantes con su vocabulario y sus habilidades de solución de problemas. Por tanto, los padres deben comenzar desde temprano a inculcar en los niños el hábito de lectura.

Primeramente, asegúrese de que $niño advierta que usted valora la lectura. Muéstrele que lee por placer y que la lectura es necesaria para numerosas actividades cotidianas. Léale recetas, orientaciones para llegar a un sitio y periódicos $alta voz cuando esté realizando alguna tarea hogareña. Cuando el niño tenga edad de comenzar a leer, pídale que sea él o ella quien se los lea.

El Departamento de Educación de Estados Unidos recomienda que los niños vean televisión menos de dos horas al día. Enséñeles que la lectura puede ser tan divertida como la televisión.

Asegúrese de que en casa tengan a mano libros y revistas apropiados a su edad, y exhórtelos a leer libros en vez de encender el televisor.

Mientras más lea durante la enseñanza primaria, más fácil será la lectura en niveles superiores.

Estimule a sus hijos a que resuelvan problemas por sí mismos. Si los padres están listos para resolver el más mínimo problema que puedan confrontar?desde atarse los zapatos hasta limpiar el jugo que derramaron?, los chicos no querrán realizar proyectos en la escuela.

En vez de precipitarte a ayudarlos, elógielos cuando resuelvan la dificultad por su cuenta (sin embargo, el elogio debe venir sólo si tiene éxito en la solución de una tarea difícil. El encomio por cada logro no los estimulará a enfrentar nuevos retos). Si no pueden resolver un problema de matemáticas, no les muestre la respuesta, impúlselos a probar un método diferente para solucionar la ecuación.


Enseñe a su hijo a dividir grandes tareas en pequeños pa$. Un estudiante que pueda separar la ropa para lavar, tender la cama y pasar el plumero podrá llevar a cabo posteriormente proyectos importantes, como reportes de libros y carteles para la feria de ciencias en clase.

No olvide premiar al niño por comenzar temprano un proyecto, y organizar el tiempo debidamente, comprándole un libro nuevo o llevándolo a tomar un helado.

La adquisición de esa habilidad impedirá que tenga que estar despierto hasta altas horas de la noche para terminar una composición o ensayo en el bachillerato y la universidad.
Finalmente, deje que el niño asuma la responsabilidad de sus propios errores. Si el maestro le dice que su ?angelito? habla demasiado en clase, o no entregó a tiempo la tarea, no trate de defenderlo.

Pida a su hijo que le cuente su versión de la historia y, si es cierto lo que dijo el maestro, deje que acepte las consecuencias de sus actos, lo cual le ayudará a actuar más responsablemente en el futuro.

La escuela, una prioridad Los padres que desean hijos con alto rendimiento académico deben enseñarles la gran importancia que reviste la escuela. La mejor manera de inculcarles esta idea es trabajar con el maestro.

El primer día de clases, infórmese acerca de las normas del distrito y el curso de estudio. Entérese de lo que el niño debe ser capaz de hacer al final del curso y ayúdelo a alcanzar esos objetivos. Envíe mensajes electrónicos al $periódicamente para saber cómo marcha el niño, y que éste sepa que hay contacto constante entre usted y el docente.

También asegúrese de que el niño tenga un ?espacio para hacer tareas? en casa. Debe consistir en una superficie para escribir, ubicada en una zona tranquila de la casa, alejada de cualquier distracción. El niño necesitará bolígrafos y lápices, hojas rayadas y lisas, una calculadora y un diccionario.

Su espacio de estudio debe estar alejado del televisor y el teléfono, pero cerca de usted, en caso de que necesite ayuda. Deje que decore este espacio especial a su gusto. Luego, decida la cantidad de tiempo que debe reservar para hacer la tarea cada noche.

El establecimiento de un horario regular le ayudará a crear una rutina. Incluso si no tiene tarea en una noche determinada, estimúlelo a que use el tiempo disponible para leer o terminar problemas adicionales. Mientras más se acostumbre a trabajar cada noche, más fácil le resultará terminar sus tareas.

Finalmente, asegúrese de concentrarse en lo que el niño aprende en vez de estar tan pendiente de las calificaciones. Si bien estas últimas pueden ser una medida del éxito, es más importante que el niño adquiera buenos hábitos de estudio y nuevas destrezas.

Concentrarse en las calificaciones puede inclinarlo a la tentación de ?ayudar? demasiado al niño en sus tareas y proyectos. Exprésele que está orgulloso de sus progresos, y con toda seguridad llegarán las buenas calificaciones.