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  Por el libro
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11 de agosto de 2006

La empresa de apuestas por internet Bet On Sport, que movilizaba más de $1,000 millones por año en apuestas, anunció ayer a sus dos mil empleados en Costa Rica, su principal centro de operaciones, que dejará de funcionar a partir de hoy, dijeron a la AFP fuentes de la empresa.

'Los jefes nos acaban de informar que las operaciones cesan mañana', indicó a la AFP una de las funcionarias de la empresa que prefirió no ser identificada.

Los dueños de Bet On Sport, uno de los cuales fue detenido en Texas cuando hizo escala procedente de Inglaterra el pasado 16 de junio, estarían debiendo al Fisco estadounidense alrededor de $3,300 millones, según informaciones de la justicia.

El diario local La Nación informó este mismo jueves que ``una jueza estadounidense ordenó a la compañía BetOnSports suspender la recepción de apuestas provenientes de Estados Unidos mediante internet'.

En esa empresa laboran unos dos mil jóvenes bilingües costarricenses, que percibían salarios en dólares superiores a los de cualquier profesional recién graduado.

Las autoridades norteamericanas detuvieron el pasado 16 de junio en Texas al inglés David Carruthers, uno de los principales dirigentes de la empresa, cuando hizo escala en Estados Unidos proveniente de Londres. El otro jefe de la empresa es Gary Kaplan, cuyo paradero era ignorado.

El diario indicó que 'la directriz forma parte de las acciones judiciales para golpear a la empresa de apuestas más grande del mundo (según su publicidad)', cuyos dirigentes Gary Kaplan y David Carruthers, figuran en una acusación de la Corte Distrital de Missouri.

La jueza ordenó confiscar $4,500 millones a la empresa de apuestas BetOnSports, mientras que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) pidió a cuatro compañías suspender el servicio telefónico y de Internet suministrado a BetOnSports.

El Departamento de Estado sostiene que Kaplan dejó de pagar unos $3,300 millones en impuestos.