30 de agosto de 2006
Seguramente es un número que muchas personas tienen desde que nacen y que nos acompañará durante toda nuestra vida. El número telefónico y la dirección postal podrán cambiar con el paso del tiempo, pero ten por seguro que los nueve dígitos del Seguro Social se mantendrán inalterables.Es un número vinculado a casi todas tus actividades, desde la cuenta bancaria hasta el centro de trabajo. Y, aparentemente, lo solicitan en todas partes, desde las escuelas hasta las compañías aseguradoras, e incluso los establecimientos de alquiler de vídeos. Con frecuencia, también se utiliza para examinar tu historial de crédito, rastrear tus ingresos y seguir tus pasos cuando te mudas de residencia.Es muy importante que evites dar este número innecesariamente, ya que un delincuente sólo necesita esos datos para solicitar una tarjeta de crédito, adquirir un teléfono celular o hacer que le expidan una licencia de conducir. Por esta razón, no hay justificación para que tu gimnasio o tienda de vídeos necesite ese número.Si insisten en que lo necesitan para obtener una contraseña o número de identificación de cuenta, pídeles que utilicen un número arbitrario.Una buena idea para detectarlo es solicitar un reporte de crédito de las tres instituciones especializadas en ese campo (TransUnion, Equifax y Experian).Obtén una copia de cada agencia anualmente y compáralas. Estos tres negociados de crédito también confeccionan listados con tu información que se envían a las compañías de mercadotecnia. Solicita a las agencias que eliminen tu nombre de esos listados, para que las personas que no tienen necesidad de conocer tu Seguro Social no tengan acceso al mismo.Este número te acompañará hasta el final de tu vida. No lo pierda de vista innecesariamente y evitarás convertirte en una víctima del fraude de identidad tan común en estos tiempos.