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  Por el libro
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3 de agosto de 2006

Es probable que tanto trabajo que realiza no le esté rindiendo.

En los últimos 10 años, la productividad de EEUU, una medida del rendimiento de los trabajadores, ha aumentado en 39 por ciento, lo que los economistas consideran como una victoria de la 'nueva economía' de la nación porque generalmente la productividad se considera como la clave para el aumento del nivel de vida.

En un discurso la semana pasada, Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, lo calificó como uno de los eventos económicos más significativos de la pasada década.

Pero, según un largo estudio dado a conocer hoy, el problema es que los trabajadores no están viendo reflejados esos incrementos de productividad en sus salarios.

Los salarios dejaron de subir y de hecho empezaron a perder terreno desde el 2001, pese a un continuo crecimiento de la productividad y de las ganancias corporativas, según un análisis de la información gubernamental publicado en El Estado de la América Trabajadora: 2006/2007 por el Economic Policy Institute (EPI), una organización de análisis radicada en Washington.

'Hemos tenido un espectacular crecimiento de la productividad pero el mantra de los economistas --que ese crecimiento automáticamente se traslada en una mejoría de los niveles de vida-- ya no es válido', dijo Jared Bernstein, un economista del EPI y uno de los autores.

Un ejemplo: Mike Cortez, chofer de UPS. El mes pasado consiguió un aumento del 4 por ciento de su salario por hora, que es de unos $27. Pero con el índice de la inflación en el sur de la Florida en el 5.8 por ciento, sus gastos están creciendo mucho más rápidamente. Como dueño de casa, sólo su seguro ha subido 66 por ciento este año.

'Realmente creo que la América Corporativa se ha olvidado del trabajador', recalcó Cortez, que cree que su trabajo es un factor clave en el crecimiento de las ganancias de su compañía. UPS, el mayor carguero de embarques del mundo, ganó más de $1,000 millones en su último trimestre, un aumento de 7.6 por ciento sobre el año anterior.

Cortez piensa que ha conseguido parte de eso pero sólo porque está en un sindicato. 'Estamos mejor que muchos', aseguró.

Entre 1995 y el 2000, la productividad de EEUU --la cantidad que un obrero promedio produce en una hora-- subió 2.5 por ciento anual. Y el promedio de los ingresos familiares creció a un ritmo anual de 2.2 por ciento.

La productividad creció todavía más rápido entre el 2000 y el 2005, un promedio de 3.1 por ciento anual, gracias al desarrollo de la tecnología. Pero el promedio de los ingresos familiares ha estado bajando 0.5 por ciento anualmente en ese mismo período, según los datos del estudio.

'Hay demasiadas fuerzas que son como una cuña entre el crecimiento general y los salarios. El resultado es que los salarios, como parte del ingreso nacional, están en su punto más bajo mientras que las ganancias corporativas están en su punto más alto en 56 años', explicó Bernstein. Agregó que entre las formas que había para ayudar a revertir esa disparidad estaba el aumento del salario mínimo federal, la creación de una cobertura universal de atención médica y el aumento de la sindicalización.

Dwight Maddox, un trabajador de la FPL, gana $30 la hora trabajando como técnico de restauración para la compañía, que ganó $238 millones en el segundo trimestre, 17 por ciento más que en el año anterior.

'La gente en general pudiera decir: `¡Ojalá yo ganara $30 la hora!' ', comentó Maddox, que es la persona que sale a arreglar las líneas eléctricas y otros servicios necesarios para restaurar la electricidad. ``Pero ciertamente esa cifra está muy lejos de lo que gana la gerencia, especialmente con esos bonos'.

Además, con el aumento en los precios de los alimentos, la gasolina y, por supuesto, los seguros de las casas, 'creo que ahora mi dólar pudiera valer 50 centavos', se lamentó Maddox, que recibe aumentos salariales de 3 por ciento anuales.

Mark Vitner, jefe de economistas del Banco Wachovia advierte que, en la actualidad, fijarse solamente en los salarios no cuenta toda la historia de la compensación de los trabajadores porque las empresas están invirtiendo más en beneficios como la atención médica y los planes 401(k) en vez de subir los salarios.

Con todo, está de acuerdo en que las ganancias de la productividad y las mayores ganancias de las corporaciones no se han reflejado en los ingresos de los trabajadores de hoy. Y, en ese frente, no cree que vaya a haber cambios a breve plazo.

Actualmente, la prioridad de las empresas es tener una hoja de balance inatacable, blindada, especialmente porque las compañías están siendo mucho más vigiladas en la era post-Enron, sostuvo Vitner. Calificó la mentalidad corporativa de la primera parte de esta década como de 'excesiva cautela' en contraste con la 'irracional exuberancia' de hace una década.

'Están preocupados por el meteórico aumento de la atención médica, están preocupados por sus compromisos con las pensiones. Están siendo extremadamente cautelosos y tratando de aguantar la compensación lo más posible', aseveró.

Los únicos trabajadores que van a ver grandes aumentos de salario son los que estén dispuestos a vender sus talentos al mejor postor, declaró, una explicación de por qué los altos ejecutivos pueden conseguir tan altos salarios.

En el 2005, los ejecutivos en jefe ganaron 262 veces más que el trabajador promedio, según los datos de la EPI.

Hace 40 años, esos ejecutivos ganaban 24 veces más.

'Esos individuos se atreven a decir: `Oye Coca-Cola, si no me vas a hacer jefe, me voy para Clorox' ' afirmó Vitner.

``Pero si usted va a estar abajo, lo más probable es que lo expriman'.