4 de septiembre de 2006
Unos 200 consumidores que aseguran haber sido timados por una empresa dedicada a la confección e instalación de puertas y ventanas se han unido en los últimos dos meses a otros 300 que ya exigen en la corte federal de quiebras que se castigue a su dueño, Carlos Rivera Muñiz.Gilberto Arvelo, quien se ha convertido en defensor de los consumidores mediante su página cibernética www.doctorshoper.com, indicó ayer que de julio a septiembre dos centenares de consumidores se registraron ante la Oficina del Síndico como acreedores de Ventanas, Puertas y Algo Más, una empresa que se declaró en quiebra en marzo de este año y adeuda $2.2 millones a sus clientes y suplidores. Hasta julio se habían inscrito 300 consumidores que reclaman haber sido timados en un movimiento que al parecer marca el inicio de una gestión concertada para proteger su dinero e intereses.Según Arvelo, el incremento en "consumidores indignados" responde a que muchos que habían dado el dinero invertido como pérdidas reconsideraron su postura al ver a cientos de sus pares reclamando sus derechos y velando por que no vuelva a suceder un "timo" de esta naturaleza."Cuando vieron en la prensa cómo funcionaba el esquema de Ventanas, Puertas y Algo Más, más gente se molestó y decidió tomar acción", dijo Arvelo.Las cantidades que reclaman los acreedores fluctúan desde unos pocos cientos de dólares -el total de ahorros que tenían familias en muchos casos- hasta unos $85,420 que se le adeuda al suplidor Sultana Screens, según documentos judiciales.Hasta el momento, el Tribunal Federal de Quiebras ha celebrado dos vistas en las que enconados clientes han reclamado su dinero y le han preguntado a Rivera Muñiz algo tan sencillo como misterioso: "¿Dónde están mis puertas y ventanas?, ¿Qué hizo usted con mis chavos?".Rivera Muñiz es dueño de la empresa Tramec, bajo la cual Ventanas, Puertas y Algo Más hacía negocios. No fue posible contactar ayer al abogado de Tramec, Víctor Thomas Santiago, quien ha estado presente en los procesos contra Rivera Muñiz. Algunos consumidores han permanecido viviendo en casas con fachadas llenas de huecos en espera de las ventanas y puertas que pagaron pero nunca llegaron, de acuerdo con los testimonios vertidos en las vistas ante el síndico Wilfredo Segarra.La última vista convocada por la Oficina del Síndico- una división del Departamento de Justicia federal que se encarga de monitorear y adjudicar casos de quiebra- estaba pautada para el pasado 24 de agosto, pero se pospuso porque Rivera Muñiz reclamó que su hijo estaba enfermo.La próxima vista fue pautada para el 28 de septiembre a las 2:00 de la tarde en el Edificio Ochoa del Viejo San Juan.En las primeras dos vistas, la gente que acudió al Tribunal de Quiebras no cabía y el personal federal tuvo que habilitar salas para el inusitado evento.Los dos centenares de personas que acudieron a la primera vista el 8 de junio pasado fueron tan contundentes en sus reclamos a Rivera Muñiz que al empresario se le subió la presión y tuvo que recibir atención médica. Rivera Muñiz se mueve con escolta para todos lados.Los testimonios de los consumidores buscan que la Oficina del Síndico de Estados Unidos le deniegue a la compañía Tramec -bajo la cual está Ventanas, Puertas y Algo Más- la protección bajo el Capítulo 7 de la Ley de Quiebras que pretende obtener.Si Rivera Muñiz obtiene la protección de la Ley de Quiebras, el Síndico venderá los pocos bienes que quedan de Tramec para pagarles a los acreedores una porción de lo que se les adeuda.Sin embargo, si no se le otorga la protección porque el tribunal determina que hubo estafa y se actuó de mala fe, se podría correr el velo corporativo y obligar a que Rivera Muñiz responda personalmente y a través de otras empresas por las deudas que tiene. El Departamento de Asuntos del Consumidor también evalúa organizar a los clientes para entablar un pleito de clase, según ha dicho el secretario Alejandro García Padilla.