Inicio  








  Por el libro
Bookmark & Share

8 de septiembre de 2006

James Scott va a contarnos lo que marcha mal en Dell. El jubilado de 74 años de edad, residente en Grayslake, estado de Illinois, gastó $530 en una computadora de escritorio que encargó por teléfono al mayor fabricante de computadoras del mundo en julio del 2005.

La Dimension 3000 no funcionó, y Scott, que se considera novato en tecnología, intentó que Dell la arreglara. Dice que en cuatro llamadas al centro de servicio a clientes en una semana lo dejaron en espera por 108, 92, 88 y 75 minutos.

Sin computadora, escribió a mano una carta de tres páginas a Dell que le fue devuelta porque el correo no pudo entregarla.

Al final Scott pagó $140 para reinstalar el sistema operativo después de que una persona dedicada a este tipo de reparaciones le explicó que Dell le había enviado una versión dañada. 'No conseguí nada de Dell más que un reembolso', dice Scott. ``Si tuviera que hacerlo de nuevo, no le compraría a Dell'.

En julio del 2006, un año después de la compra de Scott, Dell le reembolsó los $140. 'Lamentamos los problemas', dijo el vocero de Dell Michael Maher.

``Cosas como estas se volverán cada vez menos frecuentes ahora que seguimos invirtiendo en el servicio a clientes'.

Hasta hace poco Dell no tenía muchas razones para disculparse; pero ahora el crecimiento de las ventas se encuentra en su mínimo nivel en más de cuatro años, y las ganancias han caído en dos trimestres consecutivos.