2 de octubre de 2006
Aunque una encuesta reciente sugiere que los estadounidenses de diferentes procedencias están recibiendo pruebas médicas vitales para detectar enfermedades, una nueva revisión de las reclamaciones de Medicare rebate ese criterio. El estudio halla que los grupos minoritarios reciben pruebas médicas vitales que pueden salvar vidas en menor medida que los blancos. "Si hacemos la pregunta, '¿qué tan grande es la brecha de los servicios preventivos entre los grupos minoritarios y los blancos?', la respuesta dependerá de si nos apoyamos en lo que la gente informa sobre lo que recibe frente las reclamaciones médicas actuales", señaló el investigador principal, el Dr. Kevin Fiscella, profesor asociado de medicina familiar, comunitaria y preventiva en la facultad de medicina y odontología de la Universidad de Rochester. De acuerdo con Fiscella, si los expertos y legisladores "se basan solamente en los autoinformes, podrían concluir de manera errónea que la brecha es mínima o que no existe", aseguró. "Si analizamos realmente los datos de las reclamaciones, vemos que la brecha y las disparidades en efecto persisten". Aún no se sabe por qué siguen existiendo estas diferencias, pero estos nuevos hallazgos podrían influenciar la asignación de recursos para eliminar esas disparidades basadas en la raza de la atención médica, apuntaron los investigadores. El informe aparece en la edición en línea del 28 de septiembre en la publicación de libre acceso BMC Health Services Research. En el estudio, el equipo de Fiscella analizó las encuestas de pacientes sobre las pruebas de exploración estándar recomendadas y comparó esas cifras con los datos de reclamaciones de Medicare. Los investigadores estudiaron un total de casi 50,000 expedientes. Entre los procedimientos se encontraban la prueba de APS para el cáncer de próstata, el frotis de Papanicolau para detectar las lesiones cancerosas y precancerosas del cuello uterino, las pruebas de colesterol, la mamografía para el cáncer de mama, y las pruebas de exploración del cáncer colorrectal. Además, el equipo analizó las vacunaciones contra la gripe. Hallaron que, salvo la prueba de APS, las disparidades étnicas en los procedimientos preventivos eran más acentuadas cuando se basaban en las reclamaciones de Medicare que cuando usaban los autoinformes de pacientes. Los grupos minoritarios eran más propensos que los blancos a informar que se habían sometido a un procedimiento particular, aún cuando no hicieran una reclamación relevante a Medicare. Estas discrepancias basadas en la etnia oscilaban entre el 2.4 por ciento para la prueba de colesterol y el 17.9 por ciento para la vacuna contra la influenza, según los autoinformes de pacientes. Sin embargo, cuando los investigadores analizaron las reclamaciones de Medicare, esa brecha aumentaba desde 5.1 por ciento para la prueba de colesterol a 19.9 por ciento para la vacuna contra la gripe. Fiscella especula que mucha gente, especialmente las minorías, o bien no quieren admitir a los encuestadores que no recibieron una prueba en particular o no recuerdan el tiempo que ha trascurrido desde la última vez que recibieron la prueba. Sin embargo, el punto final es que confiar en los autoinformes de pacientes podría conducir a que los legisladores crean que se ha eliminado la disparidad en la atención médica, cuando de hecho no es así. "No podemos depender sólo de los autoinformes", señaló Fiscella. "Tenemos que estudiar otras fuentes de datos antes de arribar a conclusiones y celebrar de forma prematura que hemos estrechado o incluso cerrado la brecha en un área en particular". Fiscella cree que los médicos necesitan mejores sistemas para registrar las pruebas que los pacientes se han hecho y mantener un registro de las que aún las necesitan. Además, los programas de integración que identifiquen a las personas que necesitan las pruebas de exploración pueden ayudar a eliminar esas disparidades, enfatizó. Un experto cree que la educación del paciente es clave. "Este estudio demuestra de verdad la cantidad de trabajo que necesita llevarse a cabo en materia de educación de salud para el consumidor", declaró Robert M. Hayes, presidente del Medicare Rights Center. "El trabajo real es lograr que los consumidores comprendan la importancia de la atención preventiva", añadió. Hayes cree que una mayor cobertura podría garantizar que los receptores reciban las pruebas que necesitan. "La disparidad entre los autoinformes y las reclamaciones refleja que los pacientes no valoran la importancia de la atención, o el significado de la pregunta", apuntó. "Los pacientes necesitan una inmensa cantidad de educación en atención médica, sobre todo de manera repetitiva y clara", señaló.