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  Por el libro
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17 de octubre de 2006

Ciertamente no está muerto, pero por primera vez un estudio mostró que el matrimonio tradicional dejó de ser la unión familiar preferida por la mayoría de los hogares estadounidenses.

El cambio, detectado por la Oficina del Censo en el 2005, podría presagiar un cambio radical en todas las facetas de la vida estadounidense, desde las leyes familiares hasta la política nacional y su actual énfasis en los valores familiares.

El estudio, divulgado en agosto, indicó que el matrimonio no figura en casi 55.8 (50.2 por ciento) millones de hogares familiares estadounidenses.

Más de 14 millones de estos hogares son encabezados por mujeres solteras, otros cinco millones por hombres solteros y 36.7 millones pertenecen a una categoría descrita como 'hogares no familiares', un término que según expertos se refiere a parejas gay o heterosexuales conviviendo sin un vínculo formal.

Además, hay más de 30 millones de hombres y mujeres solteros que viven solos, y que no son categorizados como familias, indicó la Oficina del Censo.

En comparación, la cantidad de hogares tradicionales con parejas casadas fue de poco más de 55.2 millones (49.8 por ciento del total).

Las parejas que no están casadas se centran en ciudades grandes como Nueva York, Chicago, Los Angeles y San Francisco, mientras que los estados agrícolas y comunidades rurales se mantienen como bastiones de la tradición, según el estudio.

La tendencia representa un cambio considerable respecto a hace seis años, cuando las parejas casadas eran 52 por ciento de los 105.5 millones de hogares estadounidenses.

Douglas Besharov, sociólogo del American Enterprise Institute, con sede en Washington, indicó que es difícil para la familia tradicional salir ilesa de tres décadas y media de tasas de divorcio de 50 por ciento y cinco décadas de niños nacidos fuera del matrimonio.

'El cambio está en el aire', aseguró Besharov en una entrevista reciente. ``La única interrogante es si es catastrófico o una evolución'.

Predijo que la convivencia y las relaciones temporales probablemente dominen el paisaje social estadounidense en los próximos años.

'En general, lo que veo es una situación en la que las personas --especialmente los niños-- estarán mucho más aisladas, porque no solo sus padres estarán trabajando, sino que tendrán menos hermanos, menos primos, menos tías y tíos', argumentó. ``Por lo que estamos camino de una sociedad mucho más individualista'.