31 de octubre de 2006
Por: Laopinion.comEl mercado inmobiliario se está enfriando, pero el fraude en el sector aumenta. Según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) las pérdidas totales reportadas en 2005 superaron los 1,000 millones de dólares, frente a los 429 mil millones del año anterior.
Tom Brown, vicepresidente del área de soluciones financieras de LexisNexis, considera que ello se debe en parte a que es más difícil cometer otro tipo de fraudes debido al mayor control y sistemas de comprobación de identidad que han surgido en el país desde los atentados terroristas de 2001.
"Los fraudes son como un globo, cuando se aprieta por un lado se hinchan por otro", dice Brown, añadiendo que otro gran señuelo para los engaños inmobiliarios es su alto beneficio.
"Los casos aumentan en cantidad y en la sofisticación de los trucos utilizados", señala Martin Abad, investigador de Freddie Mac.
La Oficina Federal de Supervisión de Empresas Inmobiliarias (OFHEO) requiere que tanto Freddie Mac como Fannie Mae, las dos entidades del mercado inmobiliario secundario, reporten toda sospecha de fraude en este terreno, lo que a su vez ha hecho que surjan nuevos servicios y aplicaciones para contrarrestar estos delitos.
A grandes rasgos, las estafas se dividen en dos categorías: de propiedad y de dinero. En las primeras el solicitante del préstamo busca adquirir una casa para la que no califica, aportando datos falsos de crédito, ingresos etc.
La segunda modalidad es del tipo "toma el dinero y corre", la cual busca la financiación de un banco sobre una propiedad que ni siquiera existe, que adquiere un comprador fictitio, o que vale mucho menos de lo que dicen los papeles. Los estafadores desaparecen con el dinero del préstamo o la diferencia de valor y el banco se queda con una casa o terreno que liquidar a un precio mucho más bajo que el concedido en el préstamo.
Según el procurador de Distrito del condado de Ventura, Greg Totten, las víctimas más probables de este tipo de estafas son los que compran vivienda por primera vez, muchos de ellos inmigrantes.
Supuestos profesionales del sector pueden contactar a estos compradores ?o a los ya propietarios pero con problemas de pago? y usarlos para su ardid con promesas tales como no tener que pagar enganche, o que no perderán su vivienda.
Brown indica que el enorme volumen de ventas del pasado facilitó estos fraudes, ya que no había mucho tiempo ni personal para hacer las comprobaciones oportunas. Ahora que el mercado se está enfriando, Brown prevé más falsificaciones de ingreso o de historial de empleo y un aumento de víctimas entre aquellos que debido a problemas de solvencia tengan que vender rápidamente su propiedad.