12 de diciembre de 2006
Por: La Opinion
Los principales minoristas del país, particularmente Target y Best Buy, han mejorado su trabajo en el control de ventas de videojuegos violentos para niños, pero aún necesitan hacer más para dar a conocer su políticas de ventas y los resultados de éstas, de acuerdo con un nuevo reporte dado a conocer ayer.
El Centro de Interés sobre Responsabilidad Corporativa (ICCR), una coalición de 275 inversionistas institucionales basados en la religión, que combinan activos por más de 110,000 millones de dólares, creó este reporte tras mantener diálogo con algunos de los más grandes vendedores de videojuegos del país, pidiéndoles que adopten y apliquen más estrictas normas de venta de videojuegos para asegurar que aquellos clasificados "M", para audiencias mayores de 17 años de edad, no sean vendidos a menores.
El análisis científico de la conducta muestra que el practicar juegos violentos incrementa la agresividad en niños y jóvenes, según reporta ICCR.
Las ventas de videojuegos a menores de 17 años han generado protestas de grupos comunitarios, y se ha propuesto legislación al respecto en todos los niveles de gobierno.
La presión pública, el potencial de una legislación o regulación, y los daños potenciales a la reputación de una compañía significan un riesgo para los accionistas, ya que podría tener un impacto a largo plazo en el valor de las acciones, dicen los autores del reporte.
El reporte indica que "es evidente que los minoristas están haciendo bien en varios frentes: todos los minoristas incluidos en el reporte tienen normas de ventas para restringir el acceso de los adolescentes a juegos clasificados M; todos muestran explicación del sistema de la Junta de Clasificación de Software para Entretenimientos (ESRB), ofrecen entrenamiento a los empleados y han establecido un sistema para identificar la edad del comprador en la caja registradora. Sin embargo, dice, los minoristas necesitan hacer un progreso aún mayor en ciertas áreas.
La omisión más importante de los minoristas que venden video juegos es la falta de información en la implementación y resultados de sus propias normas.
El ICCR dice estar complacido tanto con las normas de Target como las de Best Buy para restringir anuncios de juegos clasificados M en su publicidad, y Best Buy tiene un sólido programa de auditoría interna y cumplimiento.
Además de Target y Best Buy, se revisaron las políticas de Circuit City, KMart, Sears, Toys ‘R’ Us, GameStop y Wal-Mart.
"Aunque apreciamos el diálogo productivo que hemos tenido con los minoristas y aplaudimos los pasos que estas compañías han dado, las compañías aún tienen que hacer progreso en ciertas áreas", señaló Julie Tanner, asesora corporativa de Christian Brothers Investment Services, otro grupo de inversionistas basado en la religión.
Tanner explicó que la información que ofrece este reporte permite a los inversionistas socialmente responsables como CBIS evaluar el riesgo de reputación que enfrenta cada uno de los minoristas, y habilita para medir el progreso a través del tiempo.
Por su parte Cathy Rowan, consultante de responsabilidad corporativa para Trinity Health, indicó que este reporte es un componente clave para el análisis porque los datos del año actual no siempre muestran el riesgo de operación de las compañías.
"Un reporte completo puede construir la credibilidad entre los accionistas cuando las compañías detallan cómo éstas están lidiando con el riesgo asociado con las ventas de videojuegos violentos a menores, provee los resultados de sus programas internos de ‘comprador misterioso’, reconociendo las controversias y discutiendo los retos", indicó Rowan.