26 de diciembre de 2006
Después de culminar las fiestas navideñas, nos miramos en el espejo y vemos que hemos adquirido unas cuantas libritas demás. Aunque en muchas ocasiones se vea como un problema de vanidad, la obesidad es una enfermedad. Es por eso que los consumidores salen corriendo a matricularse en un gimnasio. En www.doctorshoper.com queremos darle unos consejos, ya que en la compra de una membresía, que parece ser una cosa sencilla, existen muchos factores desconocidos que pudieran afectar lo que ha comprado. Si usted toma una decisión estando bien informado, las probabilidades de lograr sus objetivos serán mayores.
1. Proceda cuidadosamente. La mayoría de los consumidores se matriculan en un gimnasio por impulso. Alcanzar una buena condición debe de ser parte integral de su estilo de vida, que no se logra a través de un programa de entrenamiento a corto plazo.
2. Investigue bien las opciones. Antes de matricularse, se recomienda que adquiera un pase de invitado (Guest Pass), que le permitirá realizar visitas para ver si el gimnasio cumple con sus expectativas. Es recomendable que visite el mismo en las horas pico o en el horario que lo visitaría siendo miembro. Además, debe asegurarse que se siente cómodo con el tipo de persona que visita el lugar.
3. Considere si para usted es mejor visitar un gimnasio súper grande aunque esté un poco lejos de su área de movimiento o visitar uno pequeño pero que está en su vecindario. Para la mayoría de las personas, la conveniencia de la localización es uno de los factores principales en la decisión.
4. Evalúe bien las instalaciones, que estén limpias y en buenas condiciones de funcionamiento. Conozca si las actividades están diseñadas para toda la familia, desde niños hasta personas de la tercera edad.
5. Asista a modo de prueba a las clases que más le interesarían a usted.
6. Converse con los que ya están matriculados. Haga una lista de cuáles son las cosas que le gustan y que no le gustan del gimnasio. Hable con los que trabajan en el establecimiento.
7. Averigüe si los entrenadores están a tiempo completo o sólo son contratados para ciertas secciones. Además, indague si llevan mucho tiempo trabajando en el gimnasio, ya que existe mucho movimiento de personal y eso crea inestabilidad.
8. Examine bien el contrato, si el gimnasio tiene una cuota de matrícula alta, cuál es la cláusula relacionada con el aumento de mensualidad o renovación de membresía, y qué tan fácil es salirse del contrato.
9. Pregunte si cumple con los permisos y reglamentación gubernamental, y si tiene los seguros necesarios.
En www.doctorshoper.com recibimos correos electrónicos de consumidores que salieron "esmandaos" y se matricularon en gimnasios de franquicias americanas. Estas personas no leyeron el contrato, firmaron por dos años para acogerse a unas supuestas ofertas, pagaron con tarjeta de crédito, y luego se dieron de baja, pero todavía les están cobrando la membresía y, en muchas ocasiones, se la renuevan automáticamente. Es ahí que comienzan los problemas y las amenazas de los cobradores y se les daña el crédito.
De tener esta situación, le recomendamos que se comunique con el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) o visite su página www.daco.gobierno.pr, en la sección del fichero, para que se informe sobre las querellas que tienen estos gimnasios. Además, esté muy pendiente a los nombres, pues se lo cambian para "lavarse la cara" ante los consumidores.