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  Que no te cojan de...
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5 de febrero de 2007

Por: El Nuevo Dia


Ojo al pillo. Los profesionales vinculados al mundo de la finanzas coinciden en que participar del mercado de valores, si se hace adecuadamente, debe producir más beneficios que preocupaciones. Pero si decide transitar por ese mundo, tenga presente que existen oportunidades y oportunistas.


Ya sea que se encuentre con un vendedor de valores inescrupuloso como en el caso del corredor Carlos H. Soto, convicto hace unos dos años por defraudar a un grupo de inversionistas en la Isla; que se le presenten "ejecutivos" de una "importante" firma como Safca Financial, uno de los esquemas desarticulados por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF); o peor aún, que reciba un correo electrónico asegurándole que se ha ganado la lotería de Nigeria, tenga la certeza de que en algún momento de su vida se topará con un negocio en donde "todo se gana y nada se pierde".


"A través de mis años de experiencia he identificado una combinación muy perjudicial, producto de un matrimonio muy particular. Cuando se casan ‘don Avaricio’ y ‘doña Codicia’, ese matrimonio termina engendrando víctimas", dijo el comisionado Alfredo Padilla.


Padilla describió a "don Avaricio" como aquél que quiere encontrar un modo fácil de hacer mucho dinero, mientras, a "doña Codicia" le gusta apropiarse del dinero ajeno. El resultado, por lo general, son decenas y hasta cientos de víctimas, quienes en ocasiones, pierden los ahorros de toda una vida.


"Si un consumidor no juega lotería en el Canadá, por ejemplo, cómo es posible que inicie un proceso para ‘reclamar’ su premio y envía cientos de dólares por adelantado para cubrir los gastos de procesamiento. Es sorprendente la cantidad de personas que se convierten en víctimas cada año", aseguró.


Según datos de la Asociación de Administradores de Valores de Norte América (NASAA, por sus siglas en inglés), el número de acciones judiciales-de índole administrativa, civil o criminal-aumentó en un 23% durante el 2005.


Del total de acciones incoadas por los reguladores que integran la organización, una cuarta parte de ellas implicó esquemas perpetrados contra personas de mayor edad.


Tales acciones legales se tradujeron, a su vez, en la restitución de $911 millones a los inversionistas afectados, en sentencias que en conjunto suman 935 años en prisión y $61 millones en multas.


Si bien los reguladores, se han esforzado por detener a tan sofisticados rateros, lo cierto es que la mayoría de las agencias gubernamentales no cuentan con suficientes recursos para detener a sus gestores, en especial ahora, que los productos financieros se tornan más difíciles de entender.


Según Padilla, en Puerto Rico, los esquemas fraudulentos resurgen de tiempo en tiempo. Los más comunes son los esquemas piramidales, mientras que las transacciones más complejas suelen involucrar participaciones en "supuestas" empresas o en "fondos o programas de inversión privada".


Las víctimas, a su vez, suelen tener denominadores comunes. Por ejemplo, las personas de edad avanzada son el blanco preferido de los estafadores, mientras que en la mayoría de los casos, las personas "invierten" porque algún familiar o amigo les habló de la "magnífica oportunidad" que tenían ante sí.