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  Por el libro
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25 de marzo de 2007

Por: La Opinion

Una hipoteca revertida, como su nombre lo indica, es un instrumento financiero que se produce de forma contraria a lo usual con el objetivo de ayudar a los ciudadanos de la tercera edad a mantenerse en sus casas.
El requisito indispensable para reunir los requisitos para una hipoteca revertida es que el menor de los dueños titulares de la propiedad tenga ?como mínimo? 62 años de edad.
Contrariamente a las exigencias de otros instrumentos financieros tradicionales, no es necesario cumplir con requerimientos de ingresos o créditos. O sea, si un matrimonio es dueño de su casa y el integrante más joven de la pareja tiene 62 años, la calificación para obtener este tipo de préstamo es automática.
Desde luego, este producto financiero tiene sus parámetros y ello se demuestra en que mientras más edad tenga el dueño más joven de la propiedad, más valor tendrá la misma y cuanto mayor sea la plusvalía acumulada, mayor será el monto del préstamo que será ofrecido a sus propietarios.
El préstamo trabaja en relación directa con la plusvalía acumulada, deudas existentes contra la misma y tasa de interés existente al momento de ofrecer el mismo.
Veamos un ejemplo: la propiedad tiene un valor de 300 mil dólares y tiene un préstamo a satisfacer de 70 mil dólares. Los parámetros aplicables a los prestatarios les conceden un 60% del valor total para la hipoteca reversible, o sea 180 mil dólares. Ante todo, se tiene que satisfacer la hipoteca existente. Entonces si a 180 mil dólares se le quitan 70 mil, la cifra recibida es de 110 mil dólares.
Estos 110 mil dólares pueden ser retirados de una sola vez, ser situados en una línea de crédito que gane intereses o pueden ser recibidos en cuotas mensuales. Como es un dinero que se recibe en calidad de préstamo, no pagará impuestos ni afecta lo recibido del Seguro Social.
Lo mejor de todo es que no existen pagos mensuales que satisfacer y que los propietarios seguirán fungiendo como dueños de la propiedad y no podrán ser forzados a abandonar su vivienda siempre y cuando paguen anualmente los impuestos de la casa, obtengan un seguro adecuado para el inmueble y lo mantengan en buenas condiciones.
Los intereses por el préstamo se irán acumulando y deberán ser satisfechos junto al capital principal que haya sido entregado a los propietarios de la vivienda, en caso de venta del inmueble o luego de la muerte del último sobreviviente de los dueños.
Los costos de la hipoteca serán incluidos en el financiamiento del préstamo. En ocasiones existen penalidades por pagos adelantados. Los herederos conservarán siempre su derecho a heredar y disponer del inmueble.
Documéntese bien antes de dar cualquier paso y consulte a un contador y a un abogado.