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  Por el libro
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29 de agosto de 2007

Por: La Opinion


La confianza de los consumidores se redujo en agosto debido a la turbulencia en los mercados financieros y a los requisitos más estrictos para obtener créditos, pero también a la dificultad que estos están enfrentando para pagar sus tarjetas de crédito.


De acuerdo con datos de Moody’s Investors Service, las compañías de crédito suspendieron el cobro del 4.8% de la deuda de los consumidores entre enero y mayo de 2007 porque estos se declararon en bancarrota, un 30% más que el mismo período en 2006.


Parte de la razón por la que la gente está declarándose en bancarrota es por la caída en los precios de las casas, según los analistas. Un reporte de Standard & Poor’s indicó que el precio de las casas cayó en el 3.2% en el segundo trimestre del año, la más fuerte caída desde 1987.


Cuando el valor de las casas se deprecia es más difícil para sus dueños tener acceso a efectivo a través del refinanciamiento de sus hipotecas. Algunos propietarios de casas, especialmente aquellos que quedaron atrapados con préstamos caros, no pueden hacer los pagos mensuales de su hipoteca y optan primero por dejar de pagar a sus tarjetas de crédito.


El impago en tarjetas de crédito en el primer trimestre fue incluso más alto que en cualquier otro tipo de deuda, de acuerdo con cifras de la Asociación Americana de Banqueros (ABA). Pero se redujo comparado con el cuarto trimestre de 2006, mientras otros tipo de deuda ?préstamos sobre la casa, préstamos para mejoras a la propiedad, préstamos para autos o personales? vieron un aumento en los impagos.


La organización The Conference Board, con sede en Nueva York, informó ayer que su Índice de Confianza del Consumidor bajó a 105 puntos, en comparación con los 111.9 registrados en julio, los cuales representaron el máximo nivel en seis años.


Aunque el índice descendió, fue ligeramente más robusto que el de 104.5 unidades esperado por los analistas en Wall Street.


"El debilitamiento de las condiciones de negocios y del mercado del empleo ha reducido la confianza de los consumidores este mes", dijo Lynn Franco, directora del Centro de Investigación sobre el Consumidor de The Conference Board.


"Además, la volatilidad de los mercados financieros y las preocupaciones por los préstamos hipotecarios de alto riesgo habrían incidido en apagar el entusiasmo de los consumidores".


Tras cinco años de aumento en el precio de las casas, el mercado se ha estancado, mientras los consumidores que compraron viviendas con tasas variables de interés tienen más dificultades para cumplir con los pagos. Las empresas de crédito han endurecido sus requisitos, dificultando más el que potenciales compradores de viviendas obtengan un préstamo y el que los dueños de vivienda con problemas de crédito puedan refinanciar.


El reporte del Índice de Confianza del Consumidor es aguardado por los analistas e inversionistas, porque el gasto de los consumidores representa dos tercios de la economía estadounidense, y la confianza suele influir en las decisiones de compra.


La encuesta de confianza de los consumidores aplicada por The Conference Board se basa en una muestra representativa de cinco mil viviendas estadounidenses, a fin de medir las opiniones de los consumidores sobre las condiciones actuales de la economía y sus planes de gasto para los próximos seis meses. El índice fue fijado en cien puntos en 1985.