21 de septiembre de 2007
Por: El Vocero
La propuesta presentada por la Oficina Reglamentadora de la Industria Lechera (ORIL), que devuelve el precio del litro de leche fresca a $1.05 ?precio de consumidor-, no fue aceptada por ninguno de los componentes del sector.
Dicha propuesta redistribuyó los dineros, otorgando a los ganaderos 63¢, a las plantas 31¢ y a los detallistas y distribuidores 11¢. A ello sumaron 5¢ adicionales que otorgará el Departamento de Agricultura para mitigar las pérdidas, por un período de 90 días, en lo que se aprueba un nuevo reglamento.
Ante la propuesta, las plantas solicitaron que se les concediera hasta el martes para evaluarla y emitir sus opiniones. Los ganaderos, por su parte, manifestaron su abierta oposición, citando para este próximo sábado una asamblea de emergencia donde, entre otras cosas, determinarán hasta cuándo continuarán entregando leche a las plantas elaboradoras. Asimismo, los ganaderos radicaron un recurso al tribunal para que se cite al administrador de la ORIL, Juan Pedró, y al titular de Agricultura, Salvador Ramírez, para que presenten la orden que habían escrito el pasado lunes y que fue detenida por el Gobernador, el cual presentaba unos números muy diferentes a los que le propusieron.
Ramón González, presidente de la Asociación de Agricultores, sostuvo que la matrícula fue muy clara en que no pueden recibir menos de 71.5¢ por litro de leche producida, ya que de lo contrario estarían operando con pérdidas. Agregó que pretender quitarle de los dineros de incentivos a otros sectores para beneficiarlos a ellos es una método de improvisación que no va a funcionar, ya que la realidad es que dicho recurso económico no existe.
En tanto, el secretario de Agricultura se reiteró en que la propuesta le permite a los ganaderos cubrir sus gastos y generar una ganancia mínima que garantice su permanencia en lo que se culmina el nuevo reglamento. "Los ganaderos deben recordar que se trata de un remedio provisional, que confiamos poner en vigor tan pronto como la semana que viene. Este incentivo, aunque directamente impacte a los ganaderos, indirectamente beneficiará a todos los componentes que interactúan con la industria".
Mientras tanto, Carmen Laura Marrero, presidenta de Suiza Dairy, indicó que, aunque se reconoce que la propuesta es inaceptable, optó por evaluar en detalle la misma y entregar su posición el próximo martes. Afirmó que está confiada en que la ORIL evalúe la data que les ha sido brindada y redacte un reglamento que le permita a todas las partes poder continuar trabajando, "de no ser así, nos veremos obligados a regresar al tribunal".
Sin embargo, tanto las plantas elaboradoras como Agricultura coincidieron en que la opción de no entregar leche a Suiza Dairy y Tres Monjitas sería detrimental para el sector ya que las pérdidas serían millonarias, a la vez que generarían una escasez irreal del producto.
De no entregarse leche a las plantas, los ganaderos tienen que reducir el alimento al ganado por varios días antes, para que dejen de producir. Aquella leche que se produzca se almacenará en tanques, y de prolongarse la situación, y se daña, se despedirá en sus charcas de oxidación en las mismas vaquerías, donde disponen del excremento de las vacas y de leche decomisada.
La situación de la industria se complicó tras el fallo emitido en el mes de julio por el juez federal Daniel Domínguez, quien declaró inconstitucional el reglamento que regía la estructura de precios de la industria lechera, entre otras disposiciones.
El juez determinó que las plantas elaboradoras deben pagarle a los ganaderos 55¢ por cuartillo de leche cruda, en vez de los 66¢ que pagaban originalmente. Mientras, Indulac debe pagar 55¢ por cuartillo de leche cruda excedente, en lugar de los 32¢ que pagaba.