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  Por el libro
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26 de enero de 2008

Por: El Vocero


La industria del comercio al detal en EE.UU. se encamina hacia su primer gran desplome en más de 17 años.

A medida que el consumo en EE.UU. se enfría, las cadenas han aplazado la apertura de nuevas tiendas, han reducido sus inventarios y se están preparando para tiempos más difíciles. La velocidad con que las ventas se desaceleraron durante las fiestas de fin de año incluso sorprendió a los minoristas más cautelosos, provocando de paso una avalancha de advertencias sobre bajas en las ganancias.

"El consumidor está muy cauteloso", dice Trudy Sullivan, presidenta ejecutiva de Talbots Inc., un minorista de ropa que este año reducirá su inventario en torno a 8% y que usará más estrategias de descuentos. Los minoristas estadounidenses no enfrentan tantas dificultades desde la crisis de 1990 y 1991.

Los economistas advierten que el primer semestre de este año será decepcionante. "Mucha gente sentirá como si estuviera en una recesión, incluso si ésta se evita técnicamente", dice Frank Badillo, un economista de la firma de investigación de Mercado TNS Retail Forward. Rosalind Wells, economista jefa de la Federación Nacional de Minoristas de EE.UU., dice que la conducta de los consumidores se verá afectada por "el estrés financiero provocado por los altos costos de la energía, el bajón del mercado de las viviendas y la debilidad del mercado de empleo y el estancamiento de los salarios".

Todavía es demasiado temprano para juzgar cuán profundo o prolongado será el bajón. Badillo y otros expertos pronostican mejoras discretas en las ventas minoristas, pero algunos inversionistas ven una fuerte recesión en el sector de retail. El sentimiento en Wall Street está en su nivel más bajo en décadas si se mide por la razón precio-ganancias (el precio de una acción dividido por las ganancias por acción).

Con la esperanza de revertir una recesión, el gobierno de George W. Bush anunció un paquete de estímulo económico que podría alcanzar los $150 billones. Medidas similares a estas ayudaron a contener la recesión de 2001, que sólo duró ocho meses.

Consolidación post-crisis

Lo que complica las perspectivas del comercio minorista es que la última década ha visto una competencia nueva y más intensa. Hoy, el número de cadenas minoristas y de tiendas es mucho mayor que en 1991. Ese año ni siquiera existía Internet, que ha cambiado la manera en que los consumidores compran y comparan precios.

¿Cómo afectaría una recesión a la industria minorista actual? Una mirada al pasado muestra que el enfoque de los bajos costos tiene una mayor tasa de supervivencia, mientras que compañías que sean financieramente débiles o que estén sobrecargadas con deudas podrían verse forzadas a reestructurarse. Entre fines de 1989 ?cuando las ventas de las fiestas de fin de año se desaceleraron por primera vez? hasta abril de 1991, al menos 50 grandes minoristas estadounidenses que representaban $23.7 billones en ventas anuales buscaron la protección judicial ante la bancarrota.

Esa recesión debilitó a varias cadenas regionales y nacionales de EE.UU., creando el contexto para el explosivo crecimiento de los grandes minoristas de descuento como Wal-Mart Stores Inc., Home Depot Inc., Target Corp. y Best Buy Co.