29 de enero de 2008
Por: El Nuevo Dia OrlandoSe acabaron las ventas de 'visas para un sueño'. Sí, el próspero negocio de reclutador que mantuvo el pastor Luis Negrón, parece haber llegado a su fin cuando el Tribunal de Primera Instancia de Puerto Rico le prohibió continuar con la controversial práctica, que en la realidad resultó ser un fiasco para muchísimos puertorriqueños que vinieron a la Florida con promesas de "villas y castillas".La decisión anunciada por Román Velasco González, secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico, dicta sentencia contra el pastor y la Coalición Cívico Social de Puerto Rico por ejercer indebida e ilegalmente jurisdicciones como "agencia" o "reclutador" de empleo."Negrón o la Coalición Cívico Social de Puerto Rico se exponen a desacato al Tribunal si se detecta que están ejerciendo como agencia de empleo o reclutador sin haber cumplido con los requisitos y formalidades de las leyes", sostuvo Velasco a través de una comunicación escrita.Fue la culminación de un largo proceso que comenzó cuando cinco jóvenes denunciaron en el engaño del que habían sido objeto. Se les había prometido una vivienda por el pago de $350 semanales, un empleo, además de transporte desde el aeropuerto y para llegar al trabajo. Ninguna de las promesas fueron cumplidas y Jason Llabreras, José Rodríguez, Santos Bonilla, Daniel Hernández y Gerardo Bonilla llegaron a un lugar desconocido donde nadie los esperaba, siendo recogidos por una mujer puertorriqueña que les proveyó techo por una semana en Coleman, Florida.Poco después se supo de otro grupo de personas que habían viajado a la zona y que se había establecido en la zona de Fort Walton Beach. Pero, aunque era una película repetida, Xavier Montalvo, Edwin Soto, Maryelis Muñoz, Belkys Carrera y Ángel Martínez decidieron quedarse en el lugar por la necesidad que tenían de trabajar.Ellos, como tantos otros habían pagado su "visa para un sueño": los $100 para cubrir los gastos operacionales de la Coalición, $52 para una prueba de dopaje y los costos de las charlas promocionales.Negrón, por su parte, dijo que se trataba de una obra social que se inició con el alistamientos de trabajadores migrantes en 2005, a raíz del desastre de Katrina en Nueva Orleans, donde logró ubicar a unas 3,000 personas en diversos estados.En base a las 3,000 personas reclutadas, la Coalición habría recibido $300,000 y $156,000 por concepto de las pruebas de dopaje y costos de las charlas, respectivamente.Fue un negocio que aparentó dejar buenos dividendos si se toma en cuenta el proceso completo ya que además recibía pagos de agencias y compañías para las que servía de reclutador. Incluso, en el caso específico de la agencia Woland, Inc., existía una cláusula que le permitía recibir .25 por cada hora trabajada de sus reclutados.Otros, como el puertorriqueño Rubén Torres, quien se mudó a la Florida Central hace siete meses, se libraron de vivir la arriesgada aventura."Yo fui a la entrevista que hacían en el hotel y llegué a pagar los $52 de las pruebas de dopaje. Pero nunca me llamaron para nada", sostuvo.Dijo, además, que desde un principio percibió que la manera en que operaba la Coalición era extraña ya que había demasiado misterio en todo el proceso."Yo fui Policía en Puerto Rico y él me había dicho que acá había un montón de oportunidades para los policías para trabajar como guardias de seguridad, pero después nunca supe de ellos", indicó.Entretanto, ayer el director de comunicaciones del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico, Luis Perelló, indicó que la investigación sobre las prácticas de Negrón continúa abierta, trató de comunicarse varias veces con el pastor Negrón, pero éste aparentemente se encuentra de viaje y sin su teléfono celular.