3 de julio de 2008
Por: La OpinionLa administración de George W. Bush retrasará por 10 días laborables, hasta el 15 de julio, el recorte de 10.6% en los pagos de Medicare que reciben los médicos, en tanto el Congreso determina el futuro de una medida que eliminaría ese recorte.El Congreso se marchó por una semana de receso debido al feriado del Día de la Independencia (4 de julio) sin aprobar el proyecto de ley que pretende eliminar la reducción precisamente de 10.6% en los pagos que reciben los aproximadamente 600 mil médicos que proveen servicios a beneficiarios de Medicare.Se supone que el recorte entrara en vigor ayer, pero el Centro de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) anunció que congelaría las reducciones por 10 días laborables. Medicare es el seguro médico para ancianos y discapacitados.En respuesta, dos senadores demócratas, Charles Schumer, de Nueva York, y John D.Rockefeller, de West Virginia, le enviaron una carta al secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Mike Leavitt, argumentando que el retraso de 10 días es nulo porque de todos modos las peticiones de pagos que someten los médicos vía electrónica tardan 13 días en procesarse.Asimismo, los demócratas argumentan que la decisión del gobierno de Bush tiene motivaciones políticas: impedir que los republicanos retornaran a sus distritos en el receso y fueran acusados de permitir que el recorte de 10.6% entrara en vigor, desencadenando una serie de consecuencias, entre otras las amenazas de los doctores de atender a menos pacientes.El recorte automático surge de la ley de presupuesto balanceado de 1997, que exige las reducciones si los gastos por concepto de Medicare sobrepasan el tope impuesto por dicha ley. Cada año el Congreso aprueba medidas que impiden los recortes.Y este año se encaminaban a hacerlo, pero la medida se estancó en el Senado por la oposición de algunos republicanos al lenguaje del proyecto, que no sólo elimina la reducción, sino que ofrece un aumento a las cuotas que reciben los doctores.La oposición republicana se debe a que para pagar por el incremento a las cuotas que reciben los doctores, el proyecto reduce a su vez los pagos a los médicos privados que aceptan los planes de Medicare Advantage.La semana pasada esa medida no se aprobjó por apenas un voto. Se requerían 60 votos y acumuló 59.Sin embargo, aunque la medida se apruebe al retorno del Congreso la semana del 7 de julio, la Casa Blanca ha amenazado con vetarla. Para anular un veto se requieren 67 votos.La Cámara de Representantes aprobó de manera bipartidista una versión con los recortes a los proveedores privados que aceptan Medicare Advantage y lo hizo con una mayoría a prueba de vetos, 335 sobre 59.La American Medical Association (AMA) denunció a los republicanos que votaron en contra del proyecto adivirtiendo que el programa de Medicare estaba al borde del colapso."Estos senadores se fueron para sus pasadías del 4 de julio sabiendo que los estadounidenses más vulnerables están en riesgo por la incapacidad del Senado de frenar los recortes drásticos a los pagos por servicios de Medicare requeridos por nuestros pacientes de Medicare y TRICARE", declaró la doctora Nancy H. Nielsen, presidenta de la AMA."Los médicos de Estados Unidos están indignados porque un grupo de senadores republicanos siguió las direcciones de la Administración Bush y prefirió proteger a las compañías aseguradoras a expensas de los ancianos, los discapacitados y las familias militares de Estados Unidos", agregó Nielsen.A su retorno la semana entrante, el Senado intentará aprobar el proyecto que eliminaría el recorte de 10.6%.