18 de agosto de 2008
Por: Univision
Los países en desarrollo están expuestos a un riesgo sanitario cada vez mayor debido al uso generalizado de aguas negras en el riego de sembradíos de alimentos, señaló el lunes un organismo internacional en una conferencia mundial sobre el agua.
El Instituto Internacional de Manejo de Agua dijo en un informe que más de la mitad de la tierra sembrada en casi el 70% de las ciudades en las naciones del Tercer Mundo es regada con aguas de drenaje y conlleva el riesgo de propagar epidemias.
"Regar con aguas residuales no es una práctica rara limitad a unos cuantos de los países más pobres", señaló Liqa Raschid-Sally, una investigadora del organismo. "Es un fenómeno generalizado, ocurre en 20 millones de hectáreas (50 millones de acres) en el mundo en desarrollo, especialmente en países asiáticos, como China, India y Vietnam,, pero también en casi cada ciudad de la Africa abajo del Sahara y en muchas ciudades latinoamericanas".
La investigadora hizo la declaración el domingo al comenzar la Semana Mundial del Agua, una conferencia con la participación de 2.500 científicos, políticos y funcionarios de 140 países. Las Naciones Unidas designaron al 2008 como el Año Internacional de la Salubridad
De acuerdo con expertos asistentes, 1,4 millones de niños mueren cada año por enfermedades relacionadas con la diarrea y con malas condiciones de higiene, por lo cual la situación global de la salubridad es "el problema ambiental más grande en el mundo".
Entre los participantes hubo también llamados a mejorar la transparencia en la cadena de distribución del agua.
Hasta el 45% "de los costos para suministrar agua potable en el mundo van hacia la corrupción", indicó el director de programas globales de Transparencia Internacional, Christiaan Poorter, en declaraciones a The Associated Press durante un receso de la conferencia que tiene una semana de duración.
Entre otros asistentes se encuentran el presidente de Madagascar, Marc Ravalomanana; el príncipe holandés Willem-Alexander y el ganador este año del Premio Estocolmo del Agua, el profesor británico John Anthony Allan.