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4 de septiembre de 2008

Por: La Opinion

Estados Unidos enfrenta un crecimiento económico lento y precios todavía altos que están pesando en los consumidores y los negocios por igual, mientras la carrera electoral por la Casa Blanca adquiere alta velocidad, consideró el Banco de Reserva Federal (Fed).
El informe más reciente de las condiciones para los negocios en Estados Unidos, difundido ayer por el Fed, subrayó el impacto que están teniendo las crisis de los sectores de vivienda, créditos y financieros en la economía y los desafíos que probablemente enfrente el próximo presidente. El Fed dijo esperar que los problemas persistan hasta el año próximo.
 El presidente del Fed, Ben Bernanke, y sus colegas no dieron señales de que intenten elevar la tasa clave de interés del 2%, tanto cuando se reúnan el 16 de septiembre y probablemente en lo que resta del año.
 Dado el frágil estado de la economía del país, el Fed no mostró ninguna prisa por elevar las tasas para frenar la inflación. Un creciente número de analistas cree que es probable que la economía tenga que atravesar otro camino áspero y peligroso en lo que falta del año, en vista de que tanto consumidores como negocios reducirán sus gastos aún más.
 El Fed dijo que la actividad económica estadounidense continúa siendo lenta. Los empresarios han descrito el clima económico como "débil", "suave" o "blando".
 Los consumidores, la sangre vital de la economía estadounidense, mostraron cautela. Los compradores "se concentraron en los artículos básicos y cercenaron su gasto discrecional", subrayó la entidad.
Las oficinas del Fed en las regiones de Chicago, Dallas y San Francisco, por ejemplo, reportaron declives notables en el gasto para ropa, artículos electrónicos y joyería. Las ventas de mobiliario y electrodomésticos, entretanto, fueron débiles en la mayor parte del país, víctimas de la crisis del sector de la vivienda.
 En cuanto al rumbo de la inflación, muchos negocios y consumidores resintieron los precios altos de alimentos, energéticos y otras cosas. La reciente caída en los precios del petróleo, luego de haber alcanzado un máximo récord de 147.27 dólares a mediados de julio, le dio una razón más al Fed para abstenerse de modificar su tasa de interés de referencia. Los precios del crudo están rondando actualmente los 108 dólares por barril.