8 de septiembre de 2008
Por: El Nuevo Herald
Las obras maestras de Vincent van Gogh han inspirado tanto a jóvenes artistas como a falsificadores potenciales, que intentan recrear sus vívidos paisajes y retratos. Las falsificaciones también son inspiraciones. Muchos falsificadores no sólo copian una obra maestra para que no se distinga del original. En otras ocasiones, retoman temas e imitan el trazo de los grandes pintores, para crear obras que esos pintores nunca plasmaron en el lienzo.
Ahora, en una irónica vuelta de tuerca, los científicos están acudiendo a la tecnología moderna para dar a los expertos en arte herramientas más precisas a fin de responder a una pregunta antigua y que puede resultar muy costosa para incautos compradores: ¿Se trata de un original de Van Gogh o de una falsificación?
En una colaboración excepcional de artistas y científicos forjada por el profesor C. Richard Johnson, de la Universidad de Cornell, se han comenzado a usar pantallas de computadoras como si se tratara de lienzos. Aunque el proyecto se concentra en los clásicos de Van Gogh, el resultado podría tener un impacto en el mundo del arte en general.
'Es algo que todos querríamos usar con más asiduidad, pero realmente está recién comenzando', dijo en una reciente entrevista telefónica Ella Hendricks, directora del departamento de conservación en el Museo van Gogh, en Amsterdam, Holanda.
Para los artistas, que se sienten muy cómodos hablando de pinceladas y de la luz, tener que aludir a programas de computadoras y algoritmos no es excesivamente grato. Por eso Johnson intentó reducir la brecha. Sus antecedentes le permitieron ser escuchado con atención en ambos campos. Pues, además de ser profesor de Ingeniería de Cornell, ha hecho estudios de Historia del Arte.
Johnson comenzó a programar hace tres años, durante un año sabático, un proyecto capaz de unir los dos intereses que más lo apasionan. Primero encontró otros investigadores de diferentes partes del mundo que trabajaban en proyectos similares. Y luego se puso en contacto con el Museo van Gogh y formuló una propuesta considerada bastante inusitada.
¿Podría él tener acceso a la colección digitalizada de las obras de Van Gogh, para que los científicos pudiesen experimentar con formas de usar tecnología a fin de ayudar a historiadores de arte, conservadores y conocedores?
'Creí que podría hablar con ambas partes', dijo Johnson en una entrevista en su oficina en Ithaca, Nueva York. ``Ciertamente, en un museo, todos desean estar al frente de una nueva actividad y la formación de imágenes en las computadoras estaban al frente de lo que podía hacerse'.
El museo aceptó. Hendricks y otros expertos allí habían comenzado en fecha reciente a escanear las obras de van Gogh y a tener escarceos en técnicas digitales, que en años recientes ha conseguido popularidad a través de la industria.
Un taller de trabajo realizado en el museo de Amsterdam en mayo del 2007, donde se estudió el procesamiento de imágenes en computadora, redituó resultados promisorios, según Johnson.
Equipos de las universidades estadounidenses Penn State y Princeton y de la universidad de Maastricht, en Holanda, adoptaron diferentes enfoques.
Los científicos estudiaron 101 escaneos de alta resolución de las pinturas de van Gogh proporcionadas por los museos Van Gogh y Kroller-Müller de Holanda. De ese total, los historiadores de arte identificaron 23 como obras auténticas de van Gogh.
Un informe de la universidad Penn State donde se promocionaban los resultados de la tarea y publicado en el número de julio de la revista especializada IEEE Signal Processing, delineó el resto del proceso:
Las 23 pinturas auténticas de Van Gogh fueron usadas por un sistema de computadoras como un banco de datos a fin de recopilar los estilos de las pinceladas del artista. Se crearon modelos estadísticos para capturar el estilo original 'manuscrito' que se convirtió en la rúbrica del artista en esos escaneos.
Las detalladas imágenes pueden ser agrandadas y eso permite a los investigadores analizar la complejidad de las pinceladas.
Las otras 78 pinturas, que fueron compuestos de obras de Van Gogh o de sus colegas, o pinturas en una época atribuidas a Van Gogh y que luego fueron consideradas falsas, se compararon con modelos estadísticos generados por las 23 pinturas auténticas.
El profesor de Ciencias de la Información de Penn State, James Wang y el profesor de estadística Jia Li, compilaron los hallazgos en un sistema en línea que puede ser usado para ayudar a distinguir discrepancias entre pinturas auténticas y falsas.
Estos investigadores descubrieron que las copias suelen tener más pinceladas que los originales ya que no se trata de un solo movimiento.