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  Por el libro
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8 de septiembre de 2008

Por: Yahoo.com

No puede decirse que haya habido una guerra declarada entre formatos, sino la realidad fue que la tecnología del cristal líquido se fue imponiendo paulatinamente y ha dejado en el camino a otras, como la todavía presente de tubos de rayos catódicos (CRT), y la más exquisita del plasma.

 Su continua disminución de precio, el bajo consumo energético, el poco espacio que ocupa y la alta definición lo convierten en un objeto de deseo alcanzable para cada vez más bolsillos, por lo menos en los de pantallas más chicas.

Como en Europa, en la Argentina también se está imponiendo como aparente estándar de mercado el TV LCD -por  Liquid Crystal Display  - de 32 pulgadas en diagonal.

Es un buen tamaño y no se deberá olvidar que siempre hay que tener en cuenta las dimensiones del propio ambiente donde estará colocado. No conviene estar a menos de tres metros de la pantalla, ya que cansa inútilmente la vista y comenzamos a distinguir algunas inexactitudes en la imagen.
Inmaculada recepción

Las características principales -además del precio, obvio- que se buscan cuando se está en los momentos de decisión de una compra son la resolución, el contraste y el tiempo de respuesta. Por otra parte, la relación de aspecto de la pantalla, que en la televisión de tubo de rayos catódicos era de 4:3, ahora tiende a ser el panorámico 16:9.

En el primero de los índices, la resolución, se da una cantidad de pixeles de altura y ancho. En la TV estándar tradicional era de 720 x 576, mientras que ahora se suelen ver valores de 1280 x 720 y 1920 x 1080. A estos últimos se les suele agregar una letra  i  o  p  , siglas en inglés de interlaced  (entrelazado) y  progressive  (progresivo), y se refieren al escaneo de la imagen o cómo se forma por cada cuadro. En general, se obtienen mejores imágenes con el sistema progresivo.

La alta definición se la considera a partir de 1280 x 720, y a 1920 x 1080p los fabricantes lo llaman Full HD.

El contraste, que es una diferencia relativa entre las partes más oscuras y claras de una imagen, es un valor que ronda los varios miles de unidades, comparado con 1. Cuanto más, mejor.

El tiempo de respuesta está expresado en milisegundos (ms) y cuanto menor, mejor. Tiene importancia sobre todo con escenas en movimiento, ya que a valores mayores se producen imágenes borrosas.

El brillo es otra de la característica por analizar y está expresado en cd/m 2 , o candelas por metros cuadrados. Otro de los puntos por considerar cuando se elige el equipo que se mudará a nuestro living es la conectividad. En general, es ideal que el equipo tenga todas las opciones posibles, como HDMI (  High Definition Media Interface  ), S-Video, USB y videocomponentes.

No hay que olvidar un tema fundamental: la calidad de la señal. Aunque la televisión de cristal líquido sea Full HD, con contraste óptimo y colores vívidos, si la información que se recibe es deficiente, la imagen final no nos satisfará.

Quien esto escribe hace unas semanas probó un TV Full HD de primera marca. Cuando se lo conectó al cable de la televisión, la imagen por momentos tembló y las letras perdieron el foco. Luego, por HDMI, enviamos una señal desde un reproductor de DVD. La imagen, perfecta.

Otra prueba realizada fue que con una señal de DVD tradicional, la diferencia entre S-Video y HDMI fue casi imperceptible.

La calidad de imagen es una cadena y cualquier eslabón débil puede generar un resultado insatisfactorio. El DVD player y los cables deben acompañar en calidad al TV LCD. No olvidar que en el caso del HDMI, que a través de un único conductor además de video se transmite el audio, un cable en mal estado puede afectar también el sonido.
No al alcohol

Así como a los CRT era habitual limpiarlos con alcohol isopropílico, la limpieza de un LCD no debe hacerse más que con un paño muy suave, humedecido. Cualquier producto químico que se pueda imaginar para sacar esa capa de polvillo no hará más que dañar irremediablemente la calidad visual del panel de cristal líquido.

¿Qué elijo, un equipo con resolución 720 o con 1080p? Más allá de la diferencia de precios, si tiene en sus planes la compra en un futuro más o menos cercano de un equipo Blu-ray, convendrá que opte por la mayor resolución posible de pantalla para justificar la compra de un reproductor HD.

¿Y qué pasará con mi TV LCD cuando finalmente la Argentina se decida por una norma de TV digital? Seguramente necesitará adquirir un decodificador, pero más información al respecto la encontrará en la nota del suplemento titulada Todo lo que tenés que saber sobre la televisión digital en la Argentina , que publicamos el 17 de marzo de este año.